jueves, 2 de enero de 2014

Todo sobre los porros


Indicios

  • Ojos colorados (pero se pueden poner colirio).
  • Pupilas dilatadas.
  • Olor en la ropa y en los dedos.
  • Cuando les da el bajón tienen un hambre atroz.
  • Si es fumador habitual, mostrará falta de atención, ojos achinados. Empieza a hablar y olvida lo que dice.
Cambios en el comportamiento
  • Falta de aseo en el cuidado personal.
  • Cambios de humor.
  • Deterioro en las relaciones con la familia y amigos.
  • Aumento del absentismo escolar.
  • Pérdida del interés en los deportes.
  • Cambios en los hábitos de comer o dormir.
  • Ver más indicios en esta página.
Riesgos relacionados con la marihuana 

  • Psicosis, 
  • Depresión, 
  • ansiedad, 
  • pensamientos suicidas y trastornos de la personalidad. 
  • Uno de los más citados es el “síndrome amotivacional” que describe una disminución de motivación o pérdida de interés en participar en actividades que antes eran gratificantes.

Los porros destrozan el cerebro del adolescente

DETRÁS DE ALGUNOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y DE COMPORTAMIENTO JUVENILES ESTÁN LOS PORROS.

  • Fumar porros de forma habitual en esta etapa vital incrementa las probabilidades de desarrollar con los años un trastorno psicótico
  • Se asocia a una alta tasa de fracaso escolar debido a problemas de memoria y de concentración y una mayor frecuencia de episodios depresivos y ansiedad. 
  • La investigación nos indica que el pronóstico es sombrío para los que lo hacen antes de los 15 o 16 años»
  • entre dos y tres porros diarios, una cantidad que los expertos consideran de claro riesgo para un desarrollo cerebral saludable.
  • Los estudios recientes indican, no obstante, que las consecuencias pueden ser muy distintas para el cerebro de un adolescente, que se encuentra todavía en pleno desarrollo y maduración. «Hasta los 22 o 24 años no alcanza su máximo metabólico y funcional»,
  • El riesgo de desarrollar esquizofrenia se multiplicaba por seis entre los que fumaban cannabis de forma regular a los 18 años.
  • No hay una edad segura para empezar, aunque es cierto que el riesgo disminuye a medida que se cumplen años y es mayor si se fuma antes de los 16»
  • Detrás de muchos fracasos escolares está el cannabis y eso nos debería poner en guardia y hacernos reaccionar»
  • La falta de percepción de peligro es una de las razones que esgrimen los expertos para explicar el alto nivel de consumo de la droga entre los más jóvenes y también uno de los principales motivos de alarma. Las encuestas escolares revelan que una cuarta parte de los alumnos considera que fumar de forma regular no produce problemas y muchos piensan que el riesgo es similar o inferior al del tabaco.
  • roblemas escolares y de conducta, comportamiento violento (verbal y en ocasiones físico), deterioro de la autoestima, patología psiquiátrica, como depresión o brotes psicóticos, trastorno del control de los impulsos… Estos son los síntomas más comunes 
  • La mayoría de adolescentes va a terapia lo hacen empujados por su familia, ya que no tienen conciencia de que su hábito cause problemas. 
  • Socialmente se ha menospreciado el riesgo de dependencia del cannabis, pero existe. Como también existe el síndrome de abstinencia, que se manifiesta de forma más leve y tolerable que el de otras drogas porque el organismo elimina el THC lentamente. Irritabilidad, ansiedad, disminución del apetito, cansancio, insomnio, dificultad para concentrarse son los signos habituales.
  • Al igual que en otras adicciones, abandonar el consumo no es sencillo. Tras entre seis (como mínimo) y 18 meses de psicoterapia, un 40% logra mantener la abstinencia pasados dos años.
  • Para los jóvenes es fácil disponer de dinero y los porros les resultan muy asequibles, uno cuesta aproximadamente un euro. «Cambian el bollo de la merienda por el ‘canuto’

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