"DEJAR IR: EL CAMINO DE LA LIBERACIÓN", una lectura que me ha abierto la mente a una nueva manera de mejorar mi estado personal y de la relación con otras personas. De hecho, lo he puesto en práctica y me ha funcionado. Básicamente se trata de una técnica para liberarse de las emociones negativas (envidia, celos, ira, orgullo) y sustituirlas por sus contrarias. El autor defiende que las emociones negativas son causadas por las ideas que heredamos de nuestro entorno y pensamos (y actuamos) según patrones pre-establecidos.
El autor invita a cuestionarnos nuestras creencias y dejar ir nuestra rabia, nuestros miedos. En vez de eso, aboga por perdonar, dejar de culpar y aceptar que la gente hace lo mejor que puede en su circunstancia, y si no lo hace, es problema de él / ella, no nuestro.
Cuando actuamos o hablamos en base a miedo (a no gustar, a que nos rechacen), estamos transmitiendo esa sensación a la otra persona, que la percibe y se aleja, y nos rechaza. Nuestras emociones se contagian, aunque no las verbalicemos. Si un perro puede oler el miedo, si tu mascota nota cuando estás triste, qué no va a notar una persona?
Las emociones positivas también se contagian, o sea que sería más beneficioso para nuestro bienestar apostar por ellas en vez de sentir rencor y resentimiento, que lo único que hacen es estropearnos nuestra salud.
Dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo crecer, permanecer en él y permitir que siga su curso sin querer que sea diferente ni hacer nada con relación a él. El primer paso es permitirte sentir la sensación sin resistirte a ella, sin expresarla, temerla, condenarla ni aplicarle ningún juicio moral. Ver sólo que es una sensación.
La técnica consiste en estar con la sensación y entregar cualquier intento de modificarla. Soltamos la resistencia a ella. Es la resistencia la que alimenta la sensación. Una sensación a la que te resistas desaparecerá a medida que se disipe la energía que la sustenta.
Cuando estés dejando ir, ignora todo pensamiento. céntrate en la sensación, no en los pensamientos. Los pensamientos son interminables, se refuerzan entre ellos y sólo engendran más pensamientos. No son más que racionalizaciones de la mente para tratar de explicar la presencia de la sensación.
Si no nos resistimos a la sensación de sufrir y nos entregamos totalmente a ella, se agotará en unos diez o veinte minutos, y luego desaparecerá durante periodos variables.
Si seguimos entregando el sentimiento cada vez que surge, con el tiempo se agotará. Simplemente, nos permitimos experimentarlo por completo. Si nos resistimos al dolor, entonces seguirá. El dolor reprimido puede durar años.
Cuando estamos muy alterados también conviene utilizar los mecanismos de escape, como socializar para tomar distancia del dolor, jugar con el perro, ver la televisión, ir al cine, escuchar música hacer el amor o cualquier otra cosa.
Cuando la sensación se ha reducido de forma considerable, lo mejor es empezar a dejar ir los pequeños aspectos de la situación, en lugar de la totalidad de la emoción que la acompaña.
Entonces se puede trabajar con la sensación, aceptando primero que está ahí, sin resistirse a ella ni condenarla. Después, se comienza a vaciar la energía de la sensación, dejándola ser lo que es hasta que se agote.
Cualquier pensamiento que alberguemos de manera consistente en la mente, y al que demos energía, tenderá a manifestarse: SI LO REFUERZAS, LO ATRAES (Ley Universal de la conciencia). Si pensamos siempre en el miedo, vamos tener ese tipo de pensamientos miedosos. En el mundo de la conciencia LO SEMEJANTE ATRAE A LO SEMEJANTE, por lo que el miedo atrae a más miedo e igualmente es cierto que el amor atrae a más amor.
Nuestra mente es tan poderosa que si solo tenemos en mente un pensamiento como "Mis relaciones nunca funcionan", lo más probable es que sea así. Por este motivo debemos pensar en la dirección opuesta y elegir todo de nuevo, para que sucedan cosas positivas en nuestra vida. Como LO QUE TENEMOS EN LA MENTE TIENDE A MANIFESTARSE, el miedo a una pérdida puede ser el mecanismo que la provoque.
Si deseamos algo / a alguien, estamos diciendo que NO es nuestro, y así, ponemos una distancia psíquica entre nosotros y lo que queremos. EL ANSIA BLOQUEA LA RECEPCIÓN Y PRODUCE MIEDO A NO CONSEGUIRLO.
Cuando renunciamos a los sentimientos negativos de los programas que hemos interiorizado, éstos son reemplazados automáticamente por otros superiores. Nos sentimos más felices y más ligeros y lo mismo les ocurre a las personas que nos rodean.
El camino para convertirse en esa persona que la gente quiere conocer es muy fácil. Basta con imaginar el tipo de persona que queremos ser y entregar todos los sentimientos negativos y bloqueos que nos impiden ser así. Nuestra meta ha de querer SER de una manera determinada, no de querer TENER o HACER. Esto se debe a que el nivel del SER tiene más poder y energía que el de tener y el hacer.
El inconsciente nos permitirá tener sólo lo que creemos merecer. Cuanto más nos aferramos a la negatividad y a la pequeña imagen de nosotros mismos, menos pensamos que merecemos, y de forma inconsciente nos negamos la abundancia que fluye tan fácilmente para los demás. Si tenemos una visión de escasez con respecto a nosotros mismos, entonces merecemos la pobreza, y nuestro inconsciente se encargará de que la tengamos.
Podemos pensar que algunas emociones negativas son necesarias, pero si examinamos esta idea, descubrimos que es una ilusión. Las emociones superiores son mucho más poderosas y eficaces para satisfacer las necesidades.
Los pensamientos son sólo una excusa inventada por la mente. Todo sentimiento negativo está relacionado con el miedo básico relacionado con la supervivencia, y todos los sentimientos no son más que programas de supervivencia que la mente cree necesarios.
A menudo es beneficioso examinar algunas creencias comunes y dejar de creer que son ciertas, como:
a) Sólo nos merecemos las cosas si trabajamos mucho, luchamos, no sacrificamos y nos esforzamos.
b) Sufrir es bueno y beneficioso para nosotros.
c) No se puede conseguir nada a cambio de nada.
d) Las cosas muy sencillas no valen mucho.
El perdón, la gratitud y la bondad tienen una energía mucho mayor que cualquier sentimiento negativo, creando un escudo energético protector , evitando que seamos vulnerables a las personas con energía negativa .
Llegaremos a descubrir que toda la ira y el resentimiento se deben a nuestra percepción. Cuando renunciamos a estas emociones, la manera de ver la situación cambia, y surgen los sentimientos de perdón. Entonces la relación se transforma, a pesar de que no hagamos ni digamos nada para expresar este cambio interior.
Los sentimientos negativos repercuten intensamente, tienen un efecto bumerán y afectan a las relaciones. El otro, simplemente, devuelve el reflejo que proyectamos sobre él.
Los apegos, las dependencias y la pequeñez interior nos hacen sentir débiles y limitados. Como mantenemos esos temores en la mente, literalmente, atraemos acontecimientos y experiencias terribles a nuestra experiencia de vida.
Una manera simple de volverse consciente de la meta emocional subyacente tras cualquier actividad consiste en utilizar la pregunta "Para qué?". Después de cada respuesta se vuelve a preguntar "para qué" una y otra vez hasta que se descubre el sentimiento básico. Miles, e incluso millones de pensamientos, pueden ser reemplazados por una sola emoción. La emoción básica subyacente generalmente es inconsciente.
Entonces se puede trabajar la sensación, aceptando que está ahí, sin resistirse a ella ni condenarla. Después se comienza a vaciar la energía de la sensación, dejándola ser lo que es hasta que se agote. Un poco más tarde, es posible contemplar los pensamientos anteriores y observar que su carácter ha cambiado. Las sensaciones han quedado totalmente entregadas y liberadas y todos los pensamientos asociados a ella desaparecen por completo y son reemplazados por un pensamiento concluyente que resuelve el tema con rapidez.
Un ejercicio muy iluminador consiste en sentarse, observar la sensación opuesta a la emoción negativa que estamos viviendo y dejar de resistirnos a ella.
La manera de salir de la negatividad es tener la voluntad de reconocer y dejar de lado los sentimientos negativos, y al mismo tiempo, tener la voluntad de dejar de resistirse a sus opuestos positivos. La depresión y la apatía son el resultado de estar en polaridad negativa.
Estamos positiva o negativamente influenciados por las compañías que frecuentamos, por eso NO es conveniente estar con personas que tengan nuestro mismo problema. Según las leyes de la conciencia, lo semejante atrae a lo semejante, la amargura atrae amargura, mientras que el amor atrae amor.
Considera la crítica como un mero enunciado de los problemas internos de quien la formula. No hay razón para ofenderse ni necesidad de reaccionar. En cambio, la persona orgullosa considera esta pregunta como un insulto que hiere sus sentimientos y reacciona con un reproche verbal o incluso, en algunos casos, con violencia.
La conciencia de la verdadera valía se caracteriza por la ausencia de una actitud defensiva. Sabemos lo que somos y ésto no necesita defensa y es algo diferente de la energía del orgullo. Otra de las leyes básicas de la conciencia: LA DEFENSA INVITA AL ATAQUE. Se impone la máxima: "El orgullo precede a la caída".
Un punto clave: CONSEGUIMOS LO QUE QUEREMOS CUANDO DEJAMOS DE INSISTIR EN ELLO. Esto se ilustra en la teoría "chico / chica" del empresario Robert Ringer (chico busca chica; por lo tanto la chica no tiene interés en el chico.
LLegaremos a darnos cuenta de que todo el mundo actúa como un espejo. Los otros reflejan lo que no hemos podido reconocer en nosotros mismos. Nos obligan a mirar lo que tenemos que abordar.
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