domingo, 22 de mayo de 2016

¿Te vas a vivir con él? Claves para que la relación dure



Si están pensando en empezar una nueva temporada yéndose a vivir juntos, aquí tienes algunas claves para no pasar del amor al odio en poco tiempo. Si tienes claro que el amor no es suficiente y te tomas la convivencia como un trabajo diario que además te encanta, estarán felices… ¿toda la vida? Aquí tienes las claves que te ayudarán a conseguirlo.  



1. Reparto de tareas. Si él no sabe hacer las cosas de la casa, pues que aprenda, ¿o es que a ti te enseñó alguien? Y al revés lo mismo, por muy liberada e independiente que te consideres, en casa todos tienen que colaborar. Si tienes poco tiempo y las tareas domésticas se han convertido en la principal fuente de discusión, pagar a alguien que les ayude será el dinero mejor invertido en esa relación. Pero como siempre habrá cosas que hacer, procura repartir de forma justa las tareas desde el principio, si no quieres trabajar fuera y dentro de casa, porque acabarás echándoselo en cara.  

2. Espacio para todos. Si tú puedes cometer el error de asumir demasiadas tareas domésticas, él puede equivocarse cediéndote la mayor parte de los armarios… que pronto te encargarás de llenar de ropa y zapatos. Cuidado, cuando el amor deje de cegarle empezará a fastidiarle no tener espacio para sus cosas y más aún ver ropa colgada con la etiqueta puesta. Sé lista y procura regalar toda la ropa antigua que puedas antes de mudarte con él. Y respecto a las compras, si no puedes evitar fundirte la tarjeta de vez en cuando, primero, que no te vea llegar cargada de bolsas; y segundo, deshazte de algo antiguo antes de meter algo nuevo en casa. También es importante que seas capaz de mantener tus cosas en orden, sobre todo si comparten armario. 

3. Ni un padre ni una madre. Un error que mucha gente comete en una relación es el de empezar a comportarse como la madre o el padre de su pareja, regañándole por todo. Si cuando se conocieron todo eran locuras, improvisación y risas, y de repente limpiar la casa se convierte en una prioridad, puede que la vida de pareja empiece a caer en picado. Verte como una madre no le resultará nada sexy, y a ti tener a un lado a un hombre que parece mayor de lo que es tampoco te parecerá muy divertido. Ten claras las prioridades: no pasa nada porque los platos se queden un día en la cocina ni porque salgan de la rutina diaria, de hecho, eso sería estupendo para mantener viva la chispa.  

4. Mucho sexo. La falta de sexo es la principal queja de la mayoría de los hombres, y cada vez más mujeres, en pareja o casados. En las mujeres, el enamoramiento produce un fenómeno químico que despierta la libido, pero una vez baja esa pasión, también decaen las ganas de hacer el amor. Así que tendrás que trabajarte tu libido con todo lo que se te ocurra: juguetes, escapadas, conversaciones sexuales y, sobre todo, luchar contra la pereza. Cuanto más sexo practiques, más ganas tendrás. También es bueno que tengan capacidad para improvisar, que el sexo no sea sólo algo que se hace los fines de semana.

5. Buen humor. Esta es la mejor receta para ser feliz en pareja y querer estar junto a alguien. Y tiene mucho que ver también con lo que te decíamos de no empezar a comportarte como una madre que de pronto se preocupa y se enfada por cosas en las que antes ni se fijabaEstar enamorado es sinónimo de alegría, felicidad, buen humor y energía desbordante. Y eso puedes cultivarlo cada día: aunque trabajes mucho, aunque estés cansada, aunque haya problemas, pon una sonrisa en tu boca y tú misma te sentirás mucho mejor. Intenta dramatizar lo menos posible y no agobiar a tu pareja con problemas poco importantes y estará encantada de convivir bajo el mismo techo que tú. 

6. ¿Orden o caos? Volviendo a las cuestiones domésticas, es mucho más importante de lo que piensas mantener el orden, ya que el desorden produce sensación de caos y estrés, y el caos puede llevarlos a discutir. Si uno de los dos es muy ordenado, el otro tendrás que esforzarse por mantener el orden, sobre todo en las zonas comunes, como el salón o la cocina. Llenar la casa de trastos, apilar montones de cosas, dejar la ropa tirada por el suelo… puede llegar a convertirse en algo muy molesto. Si quieres tener paz en casa, procura dejar en su sitio cada cosa que utilices, sobre todo si son suyas.  

7. Saber dar libertad. Ahora que por fin viven en la misma casa, que se ven y duermen juntos cada día, no tiene sentido que uno de los dos empiece a controlar al otro. Todo lo contrario, es el momento de saber dar libertad para que ninguno de los dos se sienta encerrado en una jaulaSaber que puedes seguir quedando con tus amigos por separado o hacer planes sin la pareja no hará sino aumentar las ganas de estar juntos. Convertirte en una mujer controladora no hará sino alejarle de ti. No pasa nada porque él salga y tú te quedes tranquilamente descansando en casa, otro día te tocará a ti divertirte con tus amigas.  

8. El dinero…Siempre es incómodo hablar de dinero, pero las cosas de la economía doméstica hay que dejarlas claras desde el principio. Hay que saber cómo van a pagar los gastos de la casa, si van a abrir una cuenta conjunta, si cada uno va a aportar en función de lo que gana… Ésta es una de las cuestiones más complicadas cuando te vas a vivir con alguien. Deja claro desde el principio cómo van a organizar su economía y así no tendrán problemas desagradables en el futuro. Busca la opción que mejor se adapte a tu forma de ser, pero háblalo desde el principio, no aceptes situaciones injustas pero sé generosa siempre con tu pareja.

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