martes, 17 de mayo de 2016

El silencio y la evasión como forma de castigo


Si tienes personas a tu lado con las cuales te relacionas a nivel familiar o de pareja,  que utilizan la técnica de dejarte de hablar para castigarte cuando se enfadan por algo, sin expresar la causa de su enfado, ten por seguro que estás con una persona muy tóxica, llamada de otra manera agresiva-pasiva en psicología.

Ahora bien , ¿cómo son estas personas? Mejor es citar explicaciones de diferentes páginas web:

  • Uno de los pilares donde más conflictos ocasionan, es a nivel comunicativo. No expresan. Y lo que es peor, suelen acumular sentimientos de ira o rabia por su baja autoestima, y que no declaran. Al no evocar en voz alta sus preocupaciones, simplemente, las acumulan. Y esta sensación negativa acaba traduciéndose en un profundo resentimiento que les hace castigar pasivamente a su pareja del modo más sutil. Más doloroso.  El perfil agresivo pasivo se esconde en su silencio como arma arrojadiza. Como filo de coacción. Son esos momentos en que le preguntamos a la otra persona qué le ocurre, y no lo explica.
  • Una variación del trato silencioso del pasivo agresivo es retener el amor y el afecto. En este caso, hay algún tipo de comunicación, pero la actitud y el tono son bruscos y abruptos. Los temas de conversación son superficiales y nada emocionales. Al retener la intimidad, el pasivo-agresivo envía el mensaje de que has hecho algo desagradable y en consecuencia ahora están sufriendo las consecuencias . (fuente)
  • Su inmovilidad le da pie para juzgar a los demás. Evitan no involucrarse en muchas cosas, como queriéndose aislar en su propia esfera de perfección desde donde criticar al resto. 
  • Son hábiles artistas del sarcasmo: puede que no nos digan qué les ocurre, qué les molesta. Pero sin embargo, desplegarán unas dotes implacables para el sarcasmo. Ahí donde atacarnos, donde lanzar pequeñas flechas a nuestra autoestima, a nuestro equilibrio e integridad. Es algo muy recurrente en el perfil pasivo-agresivo.
  • La victimización.  Otra técnica indispensable en toda relación tóxica. Al ser personas que no saben expresar sus emociones, decir en voz alta qué les molesta o qué quieren, caen queriendo o sin querer en una clara victimización. Según ellos, son los menos atendidos y respetados, ellos el centro de ese universo incomprendido donde nosotros, sus parejas, ejercemos las peores artes posibles para hacerles infelices. (Fuente)
  • Se ofenden con facilidad. Pueden ofenderse muchísimo a causa de un comentario banal o acto que ponga en entredicho algo que ellos hacen, ya que lo consideran una ofensa contra su dignidad y valía. Son personas con un fuerte conflicto con la autoridad, es por esto que cualquier consejo o rectificación sobre algo que están haciendo se lo tomarán como un intento de controlarles o de desmerecerlos. El trabajo en equipo se torna complicado; y en la pareja se magnifica.
  • Te llevará al límite. Son especialistas en mantener la calma en una discusión, y fingir sorprenderse o reírse cuando el otro estalla cansado de su hostilidad indirecta. Disfrutan llevando al otro hasta el límite para luego cuestionar sus “reacciones exageradas” mostrando una impasividad pasmosa. Si se les pide explicaciones sobre alguna cuestión tenderán a echar la culpa a los demás con frases como “me estás sacando el tema porque tienes ganas de discutir” o “yo estaba tan tranquil@ y eres tú quien me está alterando” en lugar de afrontar y resolver el problema que se les plantea.
  • Quieren dar una imagen de “santidad”. Sienten una fuerte desprotección. Es por esto que el pasivo agresivo nunca va a hacer una oposición abierta y argumentada en caso de discusión, ni perderán los papeles ni alzarán la voz, y si algún día lo hacen siempre será porque tú les has provocado. No quieren quedar como “los malos de la película”. Por el contrario utilizarán el sarcasmo y la indiferencia para alterar y desestabilizar a su “víctima” y así hacerla parecer culpable de la discusión. “¿por qué te enfadas?”, “mira cómo te estás poniendo”.
  • Se mueven en una dualidad de amor odio: ni contigo ni sin ti. Me siento prisionero de tu amor, pero si te alejas me siento inseguro: las personas pasivo agresivas son ambivalentes en este sentido, sienten que necesitan de alguien a su lado, porque en el fondo se sienten débiles, pero al mismo tiempo, se sofocan, se hartan y empiezan a detestar a la pareja porque no se sienten libres, ni independientes, creen que su autonomía se va a afectar. (fuente)
  • Son personas que se quejan todo el tiempo sobre lo mal que está o la mala suerte que tienen. Habitualmente la culpa de lo que les pasa la echan totalmente sobre los demás y una de sus personas más odiadas es su jefe o, en el caso de los estudiantes, su profesor, ya que los perciben siempre como personas injustas.
  • Una persona pasiva agresiva da la sensación hacia los demás de que todo le es indiferente y que nada le interesa. Se muestran también muy distraídos, “pasotas” y apáticos.
  • Por último, al intentar hacerles entrar en razón o si les recriminas algo que hayan hecho, se enfadan profundamente y creen que estás siendo injusto, porque para ellos hacen las cosas mucho mejor que los demás. (fuente)
  • Aunque haya amor, las cosas irán peor: el pesimismo de la pareja pasivo agresivo es terrible, aunque en las situaciones más lindas, él encontrará algo negativo en todo. Hará que la relación se desarrolle en un ambiente de pesimismo crónico. (fuente)
  • La Procrastinación. A diferencia del "Sí" que significa "No", aquí el pasivo-agresivo realiza la tarea con el tiempo. Intencionalmente se estanca en la tarea, olvidándolo y poniendo excusas. Con esta actitud el pasivo-agresivo demuestra indirectamente que no quiere hacer el trabajo. Frustrando con estrategias de retraso, el pasivo-agresivo presume poder y espera que al final te des por vencido de tanto esperar.(fuente)
El denominador común es no enfrentar los conflictos de una forma directa, sino indirecta y escondida. Bien sea por oposición (excusas) o ignorar el asunto. La evasión del conflicto y el silencio son su mejor arma.La conducta huidiza, evasiva y provocadora de los sujetos pasivo agresivos va transformando el amor en irritación y frustración. Ames cuanto ames, el pasivo agresivo será un conspirador de la relación e incapaz de renunciar a ella” Walter Riso.
Identificar estas pautas puede ser de gran ayuda, tanto si es un comportamiento que forma parte de nosotros mismos, como si estamos siendo influenciados por alguna persona de nuestro entorno, bien sea un socio, un amigo o nuestra pareja, ya que es una forma de manipulación.

No es fácil tratar con este tipo de personalidad y tampoco tiene fácil solución, ya que la mayoría de las veces es una manera de proceder muy arraigada y aprendida desde la infancia. Puede ser que el núcleo familiar está compuesto de personas que dicen una cosa y hacen otra. Posiblemente sus padres fueron personas que estaban inmersas en sus problemas personales, y no dedicaron el suficiente interés a las emociones de sus hijos, convirtiéndolos en inmaduros emocionales.

No descartes la posibilidad de que quizás lo más sensato es alejarse de esta persona, ya que suele ser difícil que reconozcan su conducta. De cualquier modo, puedes ser directo y asertivo cuando sientas que alguien está utilizando este tipo de proceder contigo, y mostrarle que de ese modo también está haciendo daño. (fuente).


Si no quieres sufrir las consecuencias de un pasivo agresivo, que se pueden llegar a parecer mucho a los malos tratos psicológicos, ponte en marcha y toma medidas si reconoces estos síntomas en tu pareja o en alguien que conozcas.

La revista digital Hablemos de Psicología nos da pistas de por qué no sentimos atraídos por personas agresivo-pasivas:

  • Proteccionismo amoroso: hay personas que necesitan proteger a sus parejas, convertirse en su "salvador", estas personas se sienten atraídas, seducidas, incluso excitadas por la desprotección y fragilidad que muestra el pasivo agresivo, así sea en esporádicas ocasiones.
  • Necesito que mi pareja no me exija nada: el escaso compromiso del pasivo agresivo, su necesidad de independencia, pueden atraer a una persona que siente que no necesita mucho compromiso en una relación; el problema llega cuando la relación tienen tiempo y el pasivo agresivo sigue sin comprometerse; hay que comprender que su "conquista de autonomía" no es una estrategia ni su arma secreta para conquistar durante el inicio del enamoramiento, es un estilo de vida.

12 comentarios:

  1. Este artículo describe perfectamente a mi ex pareja, con la que he roto hace un mes. Aparte de todo lo bien que lo explica, se dedicaba a decir todos los aspectos de mi personalidad con connotación negativa.... eres demasiado rebelde, eres demasiado impulsiva, eres demasiado activa, eres demasiado demasiado.... reproches continuamente sobre cosas acontecidas meses o años atrás. Si ciertamente me ponía al límite de la desesperación y frustración con una tranquila actitud y después si estallaba me decía que era agresiva. Por suerte he podido salir no sin tener la autoestima hecha añicos. Muchas gracias. Un saludo

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  2. Gracias por el comentario, Anna. Me alegro que hayas podido salir de esta relación tan tóxica. Que pases un buen verano!

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  4. Yo escribo aqui porque soy tal y como expresas, salvo en alguna que otra cosilla. tengo 28 años pero mas que ser asi, me han hecho asi. Mi padre a pasado toda la vida de mi, me a ignorado completamente, a sido un mierda. Ahora hace poco tuvimos una discusion y la cosa esta muxisimo mejor... almenos hay comunicacion. Antes no hablabamos mas de 2 veces a la semana, pero no xk estuvieramos peleados ni nada, sino xk la relacion era"asi". Quiero decir , que yo no soy un problema, yo tengo un problema, que por causas se a generado, mas que ayudar, este articulo parece mas un Juicio sin perdon de Dios. Espero que ponga alguna clave para saber como revertir mis pecados. Sobre lo del padre, Se llama Sindrome de la Funcion paterna en fuga. Un saludo

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    1. La verdad es que la relación que hayamos tenido con nuestros padres nos influye mucho en cómo nos comportamos como adultos y nos puede causar mucho dolor, pero no lo podemos utilizar como excusa para quedarnos como estamos y decir "es que yo soy así y la culpa la tiene mi padre".

      Mi consejo es que vayas a un terapeuta para que te ayude a crecer como persona y salir de tu dolor, buscar caminos nuevos. Va a ser un dinero muy bien invertido. Has de tirar para delante, a pesar de tu padre. Tienes toda una vida de la que disfrutar.

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  5. Muchas gracias por el articulo me ha servido para descubrir la faceta que no aunque reconozco en mi pareja no he podio tener el valor para cortarlo tomare animo y fuerza muchas gracias

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  6. La verdad es que estoy pasando por esto, mi pareja, bueno mi ex,acabo de terminar con el precisamente ayer,tiende a dejar de hablarme por dias,muchas veces nisiquiera se porque o cual es el motivo de esa actitud, le cuestione y sólo he averiguado que ha sido así en todas sus relaciones, y lo peor es que no acepta que tiene un problema, y se justifica, el no es violento, no grita,no insulta, jamás levanta la voz, nunca exige, ni cela,tampoco hace burla o trata de manipular en pocas palabras no es una persona que hace mal,pero ese punto ha sido el detonante de que yo terminé con el, si se siente ofendido no habla con uno sólo deja de hablar por varios días y ni responde llamadas ni mensajes ni mucho menos quiere verme,y muchas veces nisiquiera se porque, entonces lo hablamos y me dijo que siempre ha sido así en todas sus relaciones y por eso terminan,entonces como es imposible lidiar con un sordomudo deje la relación

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    1. Me parece genial que lo hayas dejado, María. El comportamiento que ha tenido de ignorarte de esta manera es muy despreciativo y humillante. Te hace sufrir. Entonces, ¿para qué estar con alguien que nos quiere torturar?

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  7. Me sorprendió el darme cuenta que yo tengo algunas de estas conductas. Sobre todo el ofenderme,sentirme la víctima, aislarme y juzgar.
    Creo que así lo aprendí desde la infancia porque mi madre nos dejaba de hablar hasta 3 días cuando se enfadaba, además de que me maltrataba físicamente y siempre sentí nuestra relación distante, crecí sin la sensación de que pudiera realmente confiar en alguien. Yo creía que eso no me había marcado pero ahora, al verme reflejada en este artículo me doy cuenta de que si y voy a trabajar en ello.

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    2. La influencia de nuestra infancia es bestial. Sí, cuesta mucho borrarla y requiere mucho esfuerzo de nuestra parte. Pero nada es imposible. Hay que ser consciente de lo que es tóxico en nosotros y buscar maneras de sustituirlo por otras conductas que nos aportan más armonía a nuestras vidas.

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