Recientemente mi amiga Marisa tuvo un problema con su novio. Él le pidió prestado 2.000 euros para pagar una deuda y le prometió devolvérselos rápidamente. Puso como justificación que no se los podía pedir a su padre, porque estaba en el hospital. Ella accedió a ayudarle y recibió la mitad del dinero rápidamente, pero luego su novio le daba largas para darle el resto. Decía que no podía pagarle, pero en cambio, se iba de cena con sus amigos.
Llegó un punto que Marisa pensó que ya no iba a ver el resto del dinero, así que le llamó, enfadada, y le exigió que le pagara, y también que le devolviera el resto del dinero. Hubieron gritos por parte de los dos, y actualmente no todavía no le ha devuelto el resto. Todo esto ha ocasionado que la relación se vaya al traste.
He tenido la curiosidad de navegar por la web para ver qué consejos se dan, y ésto es lo que he encontrado:
- Primero debes pensar por qué te lo piden a ti y no a alguien más. Lo mejor, en general, es no prestar dinero y ayudar de una forma no financiera. Puedes pasar tu tiempo ayudándole a encontrar un nuevo empleo en vez de darle dinero para ir tirando unas semanas más.
- Cuando le prestas dinero a un amigo o un familiar te conviertes en su acreedor, y por lo tanto la relación cambia.
- La familia, la amistad y las finanzas no se deben mezclar.
- Si no quieren aceptar que no vas a prestarle dinero, ¿qué clase de amistad tenías con esa persona? Piensa en esto: ¿qué clase de amistad sería dejar de ser tu amigo porque no le das dinero cuando ese amigo lo exige? Para mi, si la amistad se rompe por eso, es que no sería muy fuerte.
- Recuerda, una amistad cuyo valor se puede expresar en términos monetarios, no es una amistad en absoluto. Así que no trates de meter dinero en una amistad porque los problemas van a aparecer en seguida.
- Si quieres ayudar a un amigo dándole dinero, hazlo pero como un regalo.
- Para ahorrarte pesares, debes considerar de antemano cómo manejarás cualquier posible problema; en particular, pregúntate qué pasaría si no te pagaran el préstamo. ¿Cómo afectaría tus finanzas y tu relación.
- Algunas personas simplemente deciden nunca dar préstamos personales. Si les preguntan por qué, responden “Lo lamento, pero es mi política nunca prestar dinero”
- Presta sólo la cantidad que puedas perder o nunca prestes dinero a menos que estés absolutamente seguro de que no tendrás necesidad de él. Es probable que no vuelvas a ver tu dinero, por lo que es esencial que nunca pongas en riesgo tu bienestar financiero.
- Pregunta sobre el destino del préstamo. Si vas a darle parte de tus ingresos o de tu ahorro a otra persona, es válido que te informes sobre para qué lo quiere. No es lo mismo pedir ayuda para salir de un bache financiero momentáneo o para iniciar un negocio, que para pagar deudas de juego. Evita alimentar malos hábitos financieros entre tus seres queridos, que además terminarán afectando todo tu entorno personal.
- Realiza un detallado plan de pagos con calendario y plazos límite. Discute con la persona a la que le prestarás qué ocurrirá si algo sale mal o si no puede pagar en tiempo y forma.
- Ponlo por escrito. Es importante que exista algún tipo de compromiso legal o por lo menos avalado de alguna manera.
- Hazle saber al deudor que monitoreas los pagos y que estás al pendiente de los compromisos.