El enamorado es un ser impaciente por naturaleza, quiere compromiso y entrega YA, y así lo pide. No obstante, esta exigencia lo que hace es asustar al que no está enamorado. Meterle prisas para que se comprometa o que tenga relaciones sexuales contigo, no va a hacer que se enamore de ti, sino más bien al contrario, le provocará ganas de huir.
Y si decides dejar de ver a la persona objeto de tu amor porque no se entrega a ti, tampoco vas a conseguir que se cree esa conexión emocional necesaria para el amor.
¿Qué hacer, entonces?