Parece que estemos viviendo en una película de ficción, y nosotros somos los protagonistas.Hemos visto situaciones así en la pantalla, que ahora ha entrado en nuestras casas. No es un sueño. El mundo está congelado. Lo que no ha conseguido la niña ecologista Greta Thunberg lo ha logrado el coronavirus. No circulan coches, las fábricas paradas, la mínima actividad comercial, todos en casa recluidos, sin besos, sin abrazos, sin contacto. Hace ya dos meses que no veo a mi hijo ni a mi hermano. Mi madre vive conmigo, así que no hay problema.
Milagrosamente, continúa la relación virtual con un chico que conocí una semana antes del confinamiento. Supongo que habrá muchas mujeres como yo en esta situación. En una época donde las relaciones se consuman rápido, ahora volvemos a las viejas costumbres: correspondencia, pero en clave actual: mensajes de de texto o de audio, llamadas de voz o vídeo-llamadas.
Me pregunto si la duración del distanciamiento mejora o no una relación que estaba empezando, o la lleva al fracaso. En una época donde el sexo rápido es la tónica, se impone la espera, así que hay que buscar maneras de que esa relación no acabe, si hubo interés mútuo.
Se puede intentar compartir a distancia: leer libros en común, películas, memes, vídeos, juegos online. ¿Y si eso no existe? ¿Y si una de las personas de la pareja no pone demasiado interés en compartir (teletrabajo, falta de tecnología) ¿seguirá siendo posible mantener la relación hasta que acabe el confinamiento?
Quizás uno de los dos, o ambos, se cansen de mantener una relación así y empiecen a "pescar" en las webs de citas. Quién sabe... tampoco se puede estar desconfiando todo el tiempo, así no va a prosperar la relación.
Así que aquí van algunos hábitos saludables para mantener las relaciones a distancia que recomiendan las diferentes webs:
- El amor en esta época debe ser alimentado con muestras de afecto frecuentes: horarios de videollamadas, darse los buenos días y las buenas noches cada día, tener conversaciones.
- Los buenos hábitos van más allá de una conversación, porque esta puede ser tediosa y repetitiva. También resulta importante que la comunicación sea positiva.
- Comportamientos saludables son evitar el lamento constante por la separación física, prestar verdadera atención a lo que el otro dice o mantener viva la ilusión de volverse a encontrar, de manera realista, teniendo en cuenta cuándo es o no posible una reunión.
- Realizar citas románticas. Un ejercicio tan simple como arreglarse para una ocasión especial e ir a cenar, cada uno en su propio comedor, a la misma hora por medio de una videollamada.
- Pero sobre todo… ser honestos. Si la distancia afecta, es necesario hablarlo con la pareja. De lo contrario, el otro puede estar convencido de que todo está bien y no es así”. (enlace)
- Tocar otros temas distintos a la pandemia por coronavirus. Ya que la sobreinformación genera mayor estrés y ansiedad.
- Estimular la creatividad en los rituales en la conexión virtual: ver películas, comer juntos a través de videollamada, jugar online, entre otras.
- Mantener la esperanza de que se volverán a ver. Esto es algo pasajero y puede funcionar para reforzar la comunicación y enfocar a cada uno en metas personales.
- Practicar la negociación sobre nuevas dinámicas y actividades. Sin embargo, hay una advertencia: una persona no debe ceder en algo que la incomode o la haga sentir que se pierde, sobre todo, en temas como la intimidad y sexualidad. (Enlace)