viernes, 1 de noviembre de 2013

Coste físico y emocional de la ira

El Precio fisiológico de la ira crónica

Un brote ocasional y moderado de ira no supone ningún incoveniente. No provoca un daño duradero. En cambio, la ira crónica y sostenida puede suponer un problema serio. Al mantener el cuerpo en un estado constante de emergencia, la ira crónica puede provocar hipertensión, enfermedades cardíacas y aumento de la mortalidad por todo tipo de causas. 

Está demostrado científicamente que la ira crónica reprimida aumenta el riesgo de hipertensión. Igualmente, las personas con tendencia a mostrar más hostilidad y actuar con más agresividad hacia los demás (ira hacia el exterior) también presentan una presión sanguínea más elevada de lo normal.


Por tanto, es la propia ira la que resulta dañina, no la decisión de expresarla o callarla

Costes emocionales e interpersonales de la ira y la hostilidad

Las consecuencias pueden tratarse de un sentimiento de soledad por una amistad perdida o de la sensación de aislamiento en el trabajo porque los colegas evitan el contacto, o de la falta de intimidad en las relaciones personales cuando la pareja se pone a la defensiva.

En diversos estudios se ha comprobado que el 45% de hombres víctimas de la ira habían vivido una relación rota o dañada durante el año anterior. Los individuos coléricos sufren alteraciones significativas en el trabajo o en el rendimiento escolar, y que las personas con un elevado nivel de ira beben más alcohol y se emborrachan con más frecuencia.




Además, está demostrado que hay una clara relación entre la ira y los niveles de conflictividad en la familia y los matrimonios.




Diversos estudios han hallado una significativa relación entre hostilidad y soledad. Las personas coléricas terminan sintiéndose dolorosamente apartadas. Tienen expectativas irreales y excesivamente exigentes hacia los demás.  


Evaluar el coste de la ira – Ficha de trabajo

Escriba una breve descripción sobre la influencia de la ira en cada punto planteado. Ponga un asterisco junto el número de cada enunciado que considere una razón crucial para aprender a controlar la ira. 
  1. Cómo ha influido la ira en mis relaciones laborales .
  2. Cómo ha influido la ira en las relaciones con la familia.
  3. Cómo ha influido la ira en mi matrimonio o en mis relaciones de pareja. 
  4. Cómo ha influido la ira en mis hijos. 
  5. Cómo ha influido la ira en mis amigos. 
  6. Cómo ha dañado la ira a personas que no son familiares ni amigos. 
  7. Cómo ha influido al ira en mi salud y bienestar físico. 
  8. Cómo me he puesto en peligro a causa de la ira (conducción temeraria, enfrentamientos físicos, hacerme daño por golpear cosas, problemas legales, etc). 
  9. Cómo ha influido la ira en mi economía (incluir cosas rotas o dañadas) 
  10. Cómo me ha influido la ira espiritualmente (incluyendo las conductas que van contra mi código ético) 
Fuente: Sentirse Bien, una nueva terapia contra las depresiones. David Burns

Inicio La ira y su control
Siguiente entrada: Qué hacer cuando nos enfadamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario