Cuando empiezas a salir con alguien, tanto él como ella son súper amables. Es una lástima, que a medida que avanza la relación esta amabilidad vaya desapareciendo en la mayoría de los casos.
Hacemos lo posible por no ofendernos, pedimos las cosas bien mútumanete, no exigimos, no ordenamos, sino que nos expresamos con educación. Tenemos en cuenta la situación de la otra persona e intentamos facilitarle las cosas.
Cuando se ha acabado la amabilidad, la relación tiene los días contados. Más tarde o más temprano se va a acabar.
Cuando lo que se repite continuamente son exigencias por las dos partes y empezamos a quejarnos porque las cosas no son como quisiéramos, ya hemos dejado de se ser amables. En el momento en que nos preocupamos principalmente por lo que queremos nosotros y no negociamos un camino intermedio con la pareja, cuando expresamos nuestros deseos con mal humor, la relación está sentenciada.
Y la amabilidad no parece ser que se practique demasiado en las parejas de hoy en día. En un reciente libro titulado Y vivieron felices para siempre, el psicólogo Ty Tashiro presenta unas estadísticas muy interesantes que muestran que solo 3 de cada 10 parejas llegan a tener una convivencia feliz y saludable por el resto de sus vidas. Sabemos también que ahora uno de cada dos matrimonios termina en divorcio o separación. (de la revista digital El Heraldo)
La amabilidad es, por tanto, un ingrediente indispensable en la pareja y existen varios motivos para que no la abandonemos aunque la relación esté avanzada:
- Cuando se cultiva la amabilidad como un valor, y se practica en todo momento con la pareja, le hará sentir amada y valorada generando un deseo de corresponderle de la misma manera.
- Es importante ser amable con nuestra pareja, porque así se desarrolla un ambiente donde se experimenta armonía, paz y afabilidad.
- La bondad y la generosidad hacen que tu pareja se sienta comprendida, atendida y valorada. Estas tres características generan un fuerte vínculo de unión, mucho más fuerte y estable que el placer sexual. Por eso es posible ver parejas con una excelente vida sexual que terminan divorciándose.
- La psicóloga García Larrauri, describe la Amabilidad como el secreto del éxito: “Ser una persona amable y generosa te hace percibir a los demás de forma positiva y fomenta la colaboración. (La Vida en Familia)
- La mayoría de las investigaciones señalan que la amabilidad y la generosidad en el trato cotidiano tienen un papel relevante en la armonía conyugal. El egoísmo y la prepotencia de pensar que siempre tenemos la razón son terribles enemigos de la felicidad matrimonial.
- Según la revista Amor y Éxito, las parejas que han practicado más la generosidad, la amabilidad y la bondad son las que han durado para siempre.
- Hechos tan sencillos como responder a las preguntas cotidianas de manera ya agresiva, o ya generosa, afectan el futuro y la calidad de la relación de pareja.
- La generosidad y la bondad son el cimiento de una relación feliz, esto implica hacerlo diariamente, mostrando algo de bondad aquí, teniendo detalles gentiles, evitando gastos innecesarios y siempre, siempre, siempre, concentrándose en lo que tu pareja hizo y hace por ti, y no en lo negativo.
La bondad y la generosidad son como los músculos, si los ejercitas, cada día están más fuertes. Si te propones tratar a tu pareja en una forma bondadosa y generosa, a todo nivel, cada día tu capacidad de vencer el egoísmo y el irrespeto se fortalecerá y la felicidad inundará tu vida matrimonial. (El Heraldo)
MANERAS DE SER AMABLE CON LA PAREJA
- Respete y reconozca los derechos de su pareja de pensar distinto a usted.
- Trate a su pareja de la misma manera que le gustaría ser tratado a usted.
- Sea complaciente cuando le pidan un favor o le soliciten su ayuda.
- No se olvide de expresar las gracias, decir perdón y por favor; esto hará más agradable la relación con su pareja y los demás miembros de la familia.
- Siempre busque mirar lo mejor de su pareja, no se enfoques en lo negativo, de esa manera siempre tendrá una palabra de estímulo y motivación para él o ella.
- Exprese una actitud de fe, de optimismo, frente a las crisis de la vida. Como dice el refrán popular: “Al mal tiempo buena cara”.
- Una sonrisa no cuesta nada, así que siempre tenga una con usted y compártala todo el tiempo con sus seres queridos.
- Sea solidario, optimista y colaborador en el hogar. Siempre esté dispuesto a dar lo mejor de usted.
- Cultive el buen trato. Busque nuevas maneras de mostrar su cortesía, amabilidad y respeto para con sus pareja.
- No olvide los buenos modales. Estos son una manera de mostrar su cortesía, educación y amabilidad.
- Mira más allá de su calvicie, su pancita y sus patas de gallo. A todo el mundo le puede pasar con el paso del tiempo, pero si amas a tu pareja lo suficiente, y no le señalas sus defectos, tu visión va a cambiar y cada nueva arruga será hermosa para ti.
- Al comunicarte, refrénate de ser la única que habla. Dale a tu pareja la oportunidad de hablar y compartir lo que piensa. Escucha bien, y escucha más de lo que hablas.
- Si piensas que conoces a tu pareja tan bien que puedes completar todas sus frases... ¡No lo hagas!
- Desarrolla una actitud de gratitud. Cuando tu pareja se esfuerce por hacer algo bueno por ti, muestra tu agradecimiento y reconoce sus esfuerzos. Es un sentimiento maravilloso el saber que él ha pensado cariñosamente en ti durante el día, y también es alentador el saber que tus pensamientos y acciones son apreciadas.
- Sonríe y ríe mucho. El sentido del humor hace que la pareja sea divertida.
- No insistas en los errores del pasado. Aprende a perdonar y a olvidar, y luego sigue con tu vida.
- Tomen turnos disfrutando y descubriendo los intereses de cada uno. Participen equitativamente en ellos.
- No seas tú quien empiece las peleas. Mi abuela solía decir: "Buena es la pelea ganada, pero mejor la evitada." Deja pasar las cosas pequeñas, y elige tus batallas sabiamente.
- Aprende a pedir disculpas. No lleves la cuenta de quien lo hace más seguido.
- Compromiso por definición significa negociar o acordar en algo haciendo concesiones. Una pareja feliz es dar y recibir, así que asegúrate de dar más de lo que recibes.
- ¡Yo primero! No esperes a que tu cónyuge te diga "Te quiero", y no lleves la cuenta de quién lo dice más seguido.
- No pretendas saberlo todo. Piensa en lo feliz que harías a tu cónyuge si le dejaras creer que te ha enseñado algo, de vez en cuando.
- Siempre dense un beso de buenas noches, buenos días y adiós. Nunca se sabe cuándo va a ser la última oportunidad para hacerlo.
- Decirle algo bonito, que siempre lo hay. El porte, el comentario, su olor, su modo de moverse, su actitud ante un problema. No se pierde nada por decir algo agradable a quien nos da su tiempo y cariño. Un regalo sencillo y cotidiano que no cuesta. No es adulación.
- El detalle debe ser concreto. Mejor que decir “estás guapa” es decirle algo sobre sus pestañas, orejas o rodillas, por ejemplo ( y se utiliza el diminutivo, se añade una nota cariñosa y cercana). Mas allá de acatar algo que dice y darle la razón, está, lo de ” me encanta como hablas o expresas”, o similar. Tampoco está mal, señalarle un fragmento de canción o poema cuya belleza expresiva nos lo recuerdan.
- Y si no se nos ocurre nada, siempre está el gesto cómplice: un roce de mano furtiva, un beso inesperado en la mejilla, una caricia ocasional. Hay un tipo de beso para cada ocasión. Todo suma. Y no hacer nada, resta. No tiene el mismo efecto un regalo en fecha convencional, ni una compensación material que un detalle cotidiano, espontáneo y sin valor económico.
- Los detalles y confidencias alimentarán la relación, pero su ausencia la debilitará. Una relación de pareja sin esos mínimos detalles es una relación “zombie”, sin vida. Y quien ha convertido en su estilo de vida ( “yo soy así”) una actitud indiferente hacia su pareja ( no mirar, no acariciarla, no decirle algo bello a su pareja, por ejemplo) acaba convirtiéndose en una persona tóxica y egoísta, que ofrece a sus amigos o mascotas la atención que merece su pareja. (Vivo y Coleando)
Hola, la vida nos ofrece entre otras muchísimas cosas, una oportunidad tras otra para que podamos ir evolucionando y mejorando humanamente, así que solo es necesario un análisis, una purga, apartando lo material nos quedamos con lo espiritual, separamos, los sentimientos egoístas de poder, etc y nos abrimos con amor, alegria y desenfado hacia la pareja, hacia todo.
ResponderEliminarAsí, lo pienso pero no estoy educado en la cultura de la bondad, el amor y el día a día me arrastra a olvidar.
Afortunado quien no sea tan egoista, porque si la pareja es igual, pueden ser muy felices.
Me alegro que vuelvas a escribir. No conozco a nadie más inquieta que tú, Un saludo.