martes, 5 de diciembre de 2017

También en el amor, la paciencia es la madre de la ciencia


Hoy en día el tema del amor es, me parece a mí, más complicado que en la época de nuestros padres. La mayoría de ellos han sido pareja toda su vida, a pesar de las peleas y desavenencias. Algunos están juntos por amor, y otros simplemente por comodidad, costumbre, pereza o por no tener independencia económica.

La cuestión es que nuestra generación afronta un gran número de divorcios (En España se producen 7 rupturas por cada 10 matrimonios (ver La Vanguardia), pero no ésto no quiere decir que nuestra vida sentimental haya acabado. Seguimos queriendo ser deseados, enamorar, compartir el tiempo con nuestra alma gemela, que en alguna parte debe estar. :)

Nos apuntamos a redes sociales, de citas, de actividades, y conocemos a multitud de personas que, en su gran mayoría, no se corresponden a la imagen que nos habíamos hecho de ella: el chico de la foto era más guapo, más joven, con menos kilos. Nos encontramos con gente que sólo busca sexo y con otros que no saben lo que buscan. Muchos están acostumbrados a vivir solos durante años, sin tener compromiso de pareja, y sentirse "ligados" a alguien les da pavor. Otros están tocados del ala y son más raros que un perro verde.

Por otro lado, puede sonar la flauta y de repente encontrarnos con que hemos conocido a una persona que se distingue especialmente del resto, y suele ser por su manera de ser, no por su físico. Quizás te atraiga por su sentido del humor, su seguridad, personalidad, generosidad e incluso por ideas políticas. O a lo mejor sea porque además compartís aficiones y maneras de pasar el tiempo libre. Hasta tener una situación económica parecida puede unir o alejar, y más cuando te plantas en los 50 años. A esta edad nos lo pensamos bien antes de iniciar una relación con alguien que está en el paro. Incluso me atrevería a decir que tener un nivel de inteligencia parecido (que no de formación académica) también une.

Pongamos el caso de que hemos encontrado a esa persona que nos atrae irremediablemente...cómo conseguir que todo ese cóctel químico que tanta euforia nos produce, perdure en el tiempo?

Paciencia, es la respuesta, tranquilidad. No presiones, no exijas, no intentes hacer sufrir al otro porque no te da su tiempo. Deja que esta persona te vaya conociendo, que sea ella misma la que quiera estar contigo. Y no juegues a que adivine tus pensamientos. Si deseas pasar el domingo a su lado, díselo, proponle un plan que creas que le puede gustar, pero tampoco te enfades si no lo acepta. Sé asertivo, pide o expresa lo que quieres y sientes sin ofender ni exigir.

Os estáis conociendo, no apresures las cosas. Si ella  (o él) está también flirteando con otras personas, lo dejará de hacer cuando confíe en ti, no te agobies. Lo peor que puedes hacer es sacar tu lado oscuro, de rencor y reproches, y echar a perder todo lo construido hasta entonces por tu impaciencia.

Y tú, que opinas? En tu experiencia, cómo se ha echado a perder una relación que estaba empezando?

Otras entradas que te pueden interesar:

¿Luchar por un amor o rebajarse?
Confianza en una nueva pareja
Conocer a alguien nuevo: hasta cuándo insistir?
Nuevas relaciones: ¿Es la persona apropiada?
Errores que cometemos al iniciar una relación

Distorsiones cognitivas: la clave de nuestros problemas
Distorsión de la ira: exigencia excesiva

No hay comentarios:

Publicar un comentario