No existe ninguna fórmula ni teoría universal respecto a las uniones duraderas. Pero sí existen ciertas claves que toda pareja que quiera perdurar debería respetar. ¿Las cumplís vosotros?
Casi todos los libros sobre parejas que funcionan, escritos por psicólogos y consejeros matrimoniales, acaban citando una serie de ingredientes indispensables en ellas. Te resumimos esos factores en diez claves que toda pareja debería cumplir si quiere sobrevivir al paso de los años y a la rutina.
1. Comunicación: el ingrediente estrella Comunicarse no se refiere a hablar mucho, sino a poder expresarle a nuestra pareja nuestros sentimientos, inquietudes, proyectos..., y obtener un “feedback” por su parte. Si existe una buena comunicación es fácil resolver los problemas que van surgiendo.
2. Escuchar: la otra cara de la moneda Es tan importante como ser capaces de hablar y comunicarnos. Si tú hablas sin parar pero cuando él quiere contarte algo suyo (¡aunque sea sobre fútbol!) enseguida cambias de tema, estás fallando en un punto muy importante. Y no se trata de mantenerse callado y oír lo que el otro dice, sino de escucharle y tratar de entenderle.
Tu pareja debe saber que puede contarte cualquier cosa porque tú le vas a prestar toda tu atención. Saber escucharos os ayudará a comunicaros mejor, a crear lazos especiales de complicidad entre vosotros y a saber qué quiere, qué necesita o qué preocupa al otro.
3. Ser comprensivos: antes de juzgar una situación, por muy grave o absurda que te parezca, intenta ponerte en su lugar, tratar de averiguar qué siente, cómo piensa, por que se ha comportado así. Nadie tiene nunca la razón absoluta y siempre hay muchas versiones para la misma historia.
Tu pareja no puede ni debe comportarse igual que tú; enfadarte por todo lo que hace sin tratar de entenderle o intentar cambiarle es un error. Aunque debéis tener cierta afinidad, no tenéis por qué pensar igual. Entender esto os ayudará a ser mucho más comprensivos el uno con el otro, más tolerantes y justos.
4. Tolerancia: libertad bien entendida Debes ser tolerante con tu pareja siempre que su comportamiento o actitud sea honesta o no te haga daño física o emocionalmente. Este es uno de los puntos más difíciles de llevar a cabo, ya que normalmente, aunque la queramos para nosotros, nos cuesta mucho darle libertad a nuestra pareja. Cada miembro de la pareja tiene derecho a sus momentos de independencia e intimidad, a desarrollar sus proyectos, aficiones o ilusiones sin sentirse coartado por el otro.
Aunque te parezca lo contrario, controlar a tu pareja, querer estar siempre con ella o prohibirle hacer ciertas cosas simplemente por inseguridad, es lo que más puede alejarte de ella. Una pareja no supone un contrato de esclavitud sino de colaboración. La postura más generosa y beneficiosa para la relación es apoyar a la pareja de un modo constructivo en su desarrollo individual.
5. Desarrollo personal, no fusional Es muy importante entender que aunque seáis pareja seguís siendo personas independientes, con una personalidad y una vida propias. Debéis madurar y desarrollaros de forma individual para que exista un equilibrio en la pareja; ninguno debe vivir a la sombra del otro o ser totalmente dependiente de él. Por supuesto, este desarrollo debe ser paralelo a vuestro desarrollo y madurez como pareja.
Para conseguirlo es fundamental que tengáis unos objetivos comunes en la vida: casa, trabajo, hijos, viajes, vida en pareja, etc. Además, es importante que sintáis que existe entre vosotros un tipo de unión que va más allá de lo material, una conexión espiritual, una forma común de sentir la vida y la relación. Al principio el enamoramiento y la pasión proporcionan esta unión especial; después hace falta algo más. Esto os permitirá que no haya un desequilibrio entre vuestros intereses individuales y en común.
6. Tener vida social Aunque al principio sólo os apetezca estar juntos y solos, es fundamental que tengáis vida social. Pero no solo de forma individual sino como pareja. Esto significa que tengáis amistades comunes con las que podáis hacer planes. Esto también puede hacerse extensivo a la familia.
Salir y divertiros juntos os hará sentir bien y le dará una pizca de emoción a vuestra vida de pareja. La vida social también se refiere, por supuesto, a la que además tengáis cada uno por vuestra cuenta. Es importante que ambos podáis seguir disfrutando de vuestros propios amigos solos, por supuesto, de una forma honesta y sana. Para ello es fundamental tener confianza en la pareja, el siguiente punto de la lista.
7. Confianza: evita el desamor Una relación sin confianza mutua no va a ninguna parte. No una confianza ciega sino racional. Si no tenemos motivos reales o probados para desconfiar, agobiar a nuestra pareja con nuestros miedos o inseguridades la apartará de nosotros. La falta de confianza enrarece las relaciones y hace difícil la convivencia. El que es objeto de sospecha o acoso suele acabar desenamorándose porque la actitud de su pareja le impide disfrutar de las cosas más simples; para no crear situaciones incómodas acaba renunciando a muchas cosas. Pero la persona que desconfía también sufre mucho y puede pasar fácilmente del amor a la obsesión. La solución a este problema pasa por la comunicación.
8. Afecto: después de la pasión Es imprescindible para que una relación sobreviva. Las carencias afectivas suelen terminar con muchas parejas. El afecto es la demostración del amor, fundamental una vez que el enamoramiento y la pasión empiezan a decaer. Es muy importante tener siempre una actitud cariñosa hacia nuestra pareja y hacerle demostraciones de cariño pese a que llevéis mucho tiempo juntos. No sentirse queridas es una de las principales quejas de las mujeres. El cariño es algo que debe cuidarse cada día, ya que es lo que más fácilmente se pierde con el tiempo y la rutina. Conoces tanto a tu pareja que no crees que necesite tu mimos y caricias. Si no recibimos cariño debemos hacérselo saber a nuestra pareja para ver si se trata de una cuestión de descuido o existe una causa más profunda.
9. Sexo: la sal de la relación Que el sexo funcione es un gran punto a favor para que una relación dure, pero tampoco debe serlo todo. Si sólo quedáis para practicar sexo es difícil que vuestra relación llegue a algo más. Es importante que ambos disfrutéis con las relaciones sexuales y toméis la iniciativa a la hora de mantener relaciones. El sexo, como el cariño, también hay que cuidarlo, no volverse cómodos con el paso del tiempo. El cansancio, el estrés, los niños y las preocupaciones hacen estragos en la vida sexual de muchas parejas. Cuando el deseo está inhibido hay que buscarlo y propiciarlo, mantener una vida sexual activa es un trabajo y una cuestión de los dos.
10. Amor: saber dar y recibir A amar también se aprende. De hecho, es un acto maduro y puede ser muy consciente. En casi todas las parejas suele haber uno que desempeña el rol de amante y otro el de amado. Es muy cómodo dejarse querer, pero no siempre es la postura que más felices nos hace dentro de una relación. Tan importante es que nuestra pareja nos diga que nos quiere, como poder decirlo nosotros. Hay personas que tiene una enorme capacidad para amar y entregarse y otras a las que les cuesta tanto que llegan a fracasar en sus relaciones aún queriendo a la otra persona.
11. Di siempre la verdad. Es común mentir para proteger los sentimientos de otra persona, ya sea para proteger nuestros sentimientos o los de nuestra pareja. Las mentiras crean una desconexión dentro de la relación, aun si la pareja nunca llega a enterarse. No decir la verdad constituye también una forma de mentir. Algunos ejemplos de cómo decir la verdad son los siguientes. "Me molesta que me tengas esperando cuando tenemos que vernos", "Me sentí realmente mal cuando te fuiste y no quisiste estar conmigo la vez que peleamos".
12.Perdona a tu pareja. El perdón es el proceso de terminar el enojo y el resentimiento hacia otra persona. Perdonar tiene el poder de hacer olvidar todas las ofensas, grandes y pequeñas y enseña paciencia, honestidad y respeto. Perdonar a otra persona es un acto de humildad, no un favor que se hace a otra persona. El perdón, además, tiene el poder de curar cualquier relación que se encuentre con problemas de confianza.
13. Cumple tu palabra. Por ejemplo, si dices que vas a ver a tu pareja al medio día para almorzar, llega a tiempo o llama si vas a retrasarte. Si quedas de acuerdo en tener una relación monógama, mantén tu palabra y di la verdad acerca de tus sentimientos hacia otra persona antes de actuar. Mantener tu palabra muestra respeto por ti y por tu pareja. Además, envía un mensaje de confianza y seguridad.
14. Sé responsable. Aquí hay una nueva definición: responsable significa que tienes la habilidad de responder. No significa que eres la persona a la que se culpará. Si has estado irritable con tu pareja, acéptalo. Luego, busca la forma de no serlo la siguiente vez. Si no te encuentras a gusto en tu relación, investiga cuál es la diferencia de esta relación con las anteriores y cómo puedes crear una mejor relación en vez de intentar cambiar a tu pareja.
15. Quiérete y quiere a tu pareja. En medio de una pelea, puede ser muy difícil encontrar algo que apreciar en nuestra pareja. Comienza a apreciar a tu pareja cuando el estrés se encuentre bajo. De esa forma, cuando necesites hacerlo en un momento de estrés, será mucho más sencillo. Otra definición de aprecio es ser "sensitivamente alerta" de modo que no tengas que adornar las cosas. Dile a tu pareja que la amas y que no quieres discutir, pero que sí quieres hablar y hacer que las cosas vayan mejor.
16. Revisa tus objetivos. Asegúrate de no intentar que tu pareja llene cada necesidad en tu vida. Una persona puede serlo todo para ti. Todos necesitamos amor, intimidad, afecto, cariño, pero una sola persona no puede darte todo eso. Necesitas obtener parte de ese cariño de tus amigos, de tu familia, pero primeramente, ámate como eres. Si intentas cambiar la forma o la personalidad de una persona, lo único que obtendrás será problemas. La esencia de la persona no cambia pero sí puede cambiar su forma de actuar por amor y consideración a las necesidades del otro, siempre y cuando ese otro diga abiertamente qué cambios quisiera en su pareja.
17. Habla y escucha diferentes puntos de vista. Puedes escoger entre tener la razón y tener una relación saludable. No puedes tener ambas. La mayor parte de la gente discute para tener la razón y dicen: "Si me amas, entonces... ". Si tu interés es tener la razón en vez de revisar las opciones con la cabeza fría, lo más seguro es que no tienes ni tendrás una relación saludable. Tener una relación saludable significa que tu experiencia y la de tu pareja deben trabajar juntas para obtener un mejor resultado. Comparte tus miedos y deseos con tu pareja para poder llegar a un acuerdo y que ambos se beneficien de la experiencia del otro.
(Fuente)
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