Para muchas personas decir que no es algo bastante difícil. Lo cierto es que ser capaz de negarse ante ciertas situaciones o personas es muy importante, ya que de esta forma estamos haciendo respetar nuestra opinión y derechos, además de que evitamos que otros nos pasen a llevar. Por eso, en el siguiente artículo te entregamos las claves para que puedas comenzar a decir NO.
Muchas veces respondemos SÍ, cuando en verdad lo que queríamos decir era NO. Esto nos pasa en el trabajo con nuestro jefe y colegas, en la casa con los niños, con nuestra pareja, e incluso con nuestra vecina. Toma nota a estos consejos para aprender a decir NO.
1. Evalúa los pros y contras
Antes de decir sí o no debemos evaluar la situación. Algunas veces una respuesta negativa será evidentemente mal recibida. Por ejemplo si una colega te pide ayuda con su trabajo y tú sabes que ella está pasando por un momento personal difícil, si es que puedes lo más adecuado sería ayudarle. Por el contrario, si tu colega se encuentra perfectamente bien y tú presientes que su petición se acerca más a un abuso o flojera por parte de ella, es mejor que te atrevas a decir no. De otro modo, siempre terminarás siendo tú la elegida para pedirle favores y para aprovecharse de tu buena voluntad.
2. Piensa bien las cosas
Casi siempre cuando tomamos una decisión o damos una respuesta en forma apresurada, nos equivocamos o decimos algo que no queríamos decir. Por eso, siempre procura tomarte tu tiempo para decidir sobre lo que se te solicita, pide un plazo para pensar las cosas, no digas lo primero que se te viene a la mente y mucho menos te apresures en contestar porque te sientes presionado.
3. No te sientas culpable
Muchas veces nos sentimos culpables al decir que no. Pero esto es un error, ya que no siempre nos vemos en la obligación de aceptar un favor o de ayudar al otro, si es que nosotros no lo consideramos necesario o importante. No te sientas culpable por rechazar una invitación o por no acceder a prestarle dinero a un colega. Siempre evalúa qué tan importante es para ti la otra persona o bien, qué tanto realmente necesita lo que te está pidiendo. Claro está, si estás en las condiciones de ayudar sin problemas, siempre es bueno hacerlo. Nunca sabemos cuándo necesitaremos ayuda nosotros.
4. Frases alternativas
Muchas veces la palabra NO a secas resulta muy dura y poco amable. Por eso, cuando quieras negarte a algo, puedes acudir a frases alternativas que suenan mucho más amigables. Por ejemplo: “Lo siento, pero no puedo”, “Desgraciadamente me resulta imposible ayudarte”, “No puedo hacer lo que me pides, pero dime de qué otra forma podría ayudarte”, etc. De esta forma al otro se le hace más fácil aceptar tu rechazo y al mismo tiempo tú te muestras empático y comprensivo.
5. Propón otra solución
Si realmente se te hace muy difícil decir que no y no puedes con el cargo de conciencia luego de rechazar o negarte a aceptar un favor, puedes proponerle a la persona otra solución. Por ejemplo: “No puedo acompañarte mañana, pero podríamos dejarlo para otro día”, “No puedo ocuparme de todo tu trabajo, pero si quieres puedo ayudarte a realizarlo”, etc.
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