Se trata de la tendencia de tomar algo negativo y extrapolarlo hasta sacar la peor de las conclusiones. Al magnificar los acontecimientos y pensar que son horribles, nos preparamos para responder de manera furiosa u hostil. Nos comportamos como si la visión distorsionada y exagerada de la situación fuese la realidad. Si usted exagera la importancia de un suceso negativo. la intensidad y la duración de su reacción emocional pueden ser completamente desproporcionadas.
Por ejemplo, si está esperando el último autobús y tiene una cita importante, puede decirse No podré coger el próximo autobús! ¿No es un poquito exagerado? Puesto que va a cogerlo, puede cogerlo; entonces , ¿por qué decirse a sí mismo que no puede? El inconveniente de esperar al autobús ya es bastante molesto sin necesidad de generar más incomodidad y autocompasión de este modo.
Ejemplos
- Por su culpa he metido la pata en la presentación y voy a perder el trabajo.
- Su comportamiento es tan desagradable que nuestra vida social se está conviertiendo en un auténtica pesadilla.
- Esto es lo peor que podría pasar. Se acabó. No podré aparacer por aquí nunca más.
- ¡Qué desastre! ¡Traición total! ¿Cómo ha podido hacer algo así?
Afortunadamente, existen algunas medidas para controlar la tendencia a magnificar una situación negativa. Adopte un punto de vista realista. Pregúntese: ¿Hasta qué punto está mal la situación? ¿Cómo está de mal realmente? La factura del restaurante no fue desorbitada y escandalosa, sólo un poco más abultada de lo que esperabas. Y el servicio no resultó una auténtica vergüenza: el camarero estaba desbordado y no le llevó la sopa con la presteza que a usted le habría gustado.
Observe la situación en su conjunto, no sólo la parte fastidiosa. Cada situación tiene sus aspectos positivos y negativos. Si se centra en los aspectos positivos, podrá neutralizar su ira.
Pensamientos de afrontamiento para sustituir la interpretación catastrófica
- Sí, esto resulta frustrante pero no es el fin del mundo.
- En realidad no hay para tanto. No me gusta lo que está pasando, pero la semana que viene nadie se acordará.
- Lo superaré sin problemas si me lo tomo con calma.
- Vaya, la situación está complicada, pero voy a hacer todo lo que pueda.
- Sólo es un contratiempo. No merece la pena preocuparse.
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