Todos lo días recibe multitud de peticiones. Algunas, como por ejemplo ir a comer con un amigo, las acepta de buen grado. Y después están todas las demás: llamadas incesantes de televendedores intentando converle de que compre algo; peticiones sutiles de su jefe para colaborar en un nuevo proyecto o hacer algunas horas extras no remuneradas, o una llamada de su hermana intentando que se sienta culpable para conseguir que vaya a cuidar a su padre enfermo.
La capacidad de decir NO es imprescindible. Decir NO trasmite al mundo el mensaje de que tiene sus propias necesidades, deseos y prioridades; de que es capaz de defenderse frente a las exigencias de los demás.
Las personas incapaces de establecer límites corren el riesgo de experimentar ira crónica. Sienten que los demás se aprovechan de ellas, se ven indefensas ante las exigencias de los otros. Pueden sentirse como prisioneras en una relación intimidante en la que sólo dan y no reciben. Invierten toda su energía en personas o actividades que les aportan poco placer o satisfacción, y terminan disponiendo de poco tiempo para las cosas que podrían proporcionarles algo de felicidad.
Son tres los pasos para establecer límites:
- Reconocer las necesidades de la otra persona. Quizá necesita más información de lo que necesita la otra persona. No dude en hacer preguntas directas. ¿Qué significa una petición para "ayudarnos con la fiesta“, tener más intimidad o anunciar el nuevo producto? Cuando entiende lo que se le pide, la otra persona comprueba que lo ha escuchado y que lo ha entendido.
- Expresar su propia posición Esta és su razón para establecer el límite. Incluya sus sentimientos,. preferencias o percepción de las circunstancias. Exprese su postura sin pedir disculpas. Limítese a describir lo que es cierto para usted, sin rebajarse. Este fin de semana necesito descansar. No me gusta el golf.
- Decir NO: ésta es la esencia de establecer un límite. Veamos algunos ejemplos.
- Entiendo que necesites ayuda con la fiesta y que quieras que yo haga todas las compras(reconocimiento). El fin de semana que viene no tengo tiempo. Voy a estar ocupado en una campaña de registro de votantes (su postura). No voy a poder ayudarte (decir NO).
Al principio puede resultar difícil decir "no" y establecer límites, sobretodo si no está acostumbrado a hacerse oír. Aquí tiene algunas sugerencias que le ayudarán a empezar:
- No pida disculpas. Cuando se disculpa por establecer un límite, transmite a la otra persona que no se cree con derecho de cuidar de sí mismo. Las disculpas excesivas invitarán a la otra persona a presionarle más o a pedirle un favor distinto para "compensar".
- No se rebaje. Decir cosas como No puedo ayudarte porque soy demasiado débil..., torpe..., tengo miedo..., etc, no es una buena manera de imponer un límite. La otra persona intentará convencerle de que sí puede hacerlo, y usted se verá en la disyuntiva de tener que demostrar que no puede.
- Tome conciencia de la voz y del lenguaje corporal. Cuando establezca un límite, mire a los ojos de la otra persona. Es preciso que su tono de voz y su postura corporal coincidan con la afirmación asertiva.
- Retrase su respuesta. Si tiene tendencia a decir "sí" automáticamente, dé un rodeo para ganar tiempo. Es muy probable que piense con más claridad sin la presión de una respuesta inmediata. Te lo diré esta tarde o Tendremos que retomar este tema son dos posibles respuestas.
- Sea específico. Si no quiere ser categórico, exprese con claridad qué está dispuesto a hacer y qué no. Estoy dispuesto a revisar tu diseño del folleto, pero no participaré en la producción. Estoy dispuesto a llevar a la fiesta una botella de vino, pero no puedo preparar la ensalada.
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