EMPATÍA.
Cuando alguien está atacándole o criticándole , puede que lo que diga el crítico sea correcto, incorrecto o parcialmente correcto. Pero no es prudente concentrarse en esa cuestión al principio. En cambio, plantee a esa persona una serie de preguntas específicas destinadas a averiguar exactamente lo que quiere decir. Trate de no emitir juicios o estar a la defensiva cuando hace las preguntas. Pida sin descanso más y más información específica. Trate de ve el mundo a través de los ojos del crítico. Si la persona le ataca con tópicos insultantes, pídale que sea más concreta y que indique exactamente qué es lo que le disgusta de usted. Esta maniobra inicial puede ayudarle mucho a sacarse de encima al crítico y a transformar una interacción ataque-defensa en otra de colaboración y respeto mutuo.
Al hacer preguntas específicas reduzco al mínimo la posibilidad de que me rechace. Además, al escucharlo le estoy prestando una atención especial para poder comprender la situación tal como la ve usted. Esta actitud tiende a diluir cualquier irritación y orientar el intercambio hacia la solución de los problemas en lugar de llevarlo a la atribución de culpas o el debate.
Ésta es la primera regla: aun cuando piense que la crítica es completamente injusta, responda con empatía haciendo preguntas específicas. Aunque le insulte, continúe haciendo preguntas. Este método frecuentemente calmará los rugidos del león y sentará las bases para crear una discusión más sensata.
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