martes, 22 de agosto de 2017

El trabajo en equipo, la clave



Escribo este post a raíz de una experiencia personal muy desagradable que tuve en el trabajo hace unos meses. Se trata del comportamiento de una compañera de trabajo nueva, que ha venido arrasando, ganándose el favor de Dirección, aunque para ello haya tenido que pisotear compañeras suyas. Ha actuado a escondidas para que le dieran un cargo que tenía otra persona, se ha comportado con prepotencia ante personas que llevan ya años en la empresa, ha gritado y humillado a otras compañeras con las que trabajado, y que eran nuevas como ella, y ha tomado decisiones sin contar con gente de su propio departamento. Por supuesto, se ha ganado la antipatía de gran parte del personal. Y todo por quedarse en el lugar donde trabaja. Es interina y debe de estar cansada de dar vueltas, así que está dispuesta a hacer lo que sea para quedarse. Lo malo es que Dirección está encantada con esta persona, porque a todo le dice "sí" . Yo me pregunto, ¿vale la pena llegar a tus objetivos siguiendo el modelo "tiburón", individualista, de "me como a todos los que me estorben en el camino y no me hagan brillar"?



¿Qué modelo está siguiendo esta compañera de trabajo? No es otro que el de la competitividad, el pez grande se come al pequeño. Su comportamiento me ha recordado a tantas películas americanas, donde se incorpora el joven a una empresa y se quiere comer el mundo, haciendo la pelota al jefe y trabajando  más que los otros, para que se le vea. 

Este comportamiento me ha chocado mucho, porque no lo he vivido nunca, ya que trabajo en un centro escolar público, y este tipo de situaciones son muy raras. Sin embargo, la nueva política de la empresa, que da tanto poder a los directores, hace florecer el peloteo. 

Esta situación me entristece y además está pasada de moda. La manera de funcionar de la empresa privada va enfocada hacia otros caminos, la colaboración, la ayuda, compartir.

Recientemente me leí un libro sobre la ayuda y la colaboración en el mundo de la empresa y en el personal: DAR Y RECIBIR: POR QUÉ AYUDAR A LOS DEMÁS CONDUCE AL ÉXITO, de  Adam Grant. Básicamente explica que en la vida hay tres tipos de personas; los DONANTES (que ayudan altruistamente), los EQUILIBRADORES (que ayudan, pero quieren también tener algo a cambio), y los RECEPTORES, que sólo miran para su beneficio.

La lectura da múltiples ejemplos de líderes mundiales que han conseguido el éxito porque son DONANTES, ayudan a los demás sin pedir nada a cambio. Eso sí, ser donante puede conducirte a ser un felpudo y que la gente te pise si no vigilas el tipo de gente a la que donas. Hay que saber identificar a los abusones y la gente poco seria. "Te ayudo, sí, pero no me pises en el camino." La conclusión es que no hay que ser donante a cualquier precio.



Otro de los libros que habla mucho sobre el trabajo en equipo y el éxito en la vida y en el trabajo es LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA". En este enlace hay un resumen. La idea básica es que la interacción básica entre los seres humanos es el buscar el acuerdo donde las dos partes ganen, ya que la imposición y la falta de diálogo no van a generar una buena dinámica entre el que pierde y el que gana,

El autor del libro nos da varios consejos para una buena relación con los miembros de nuestra empresa, familia, compañeros de trabajo:

  • Escuchar para entender, escuchar con empatía. Te escucho para entenderte, no para replicarte enseguida. No estoy pensado en qué cosas mías voy a decirte cuando me estés hablando, sino que te voy a escuchar de verdad.
  • Actuar con bondad, sin querer pisotear a los demás, o hacerles daño, regirse por los principios universales existentes en todas las religiones y pueblos.
  • Tener un fin en la mente, ir hacia nuestro objetivo, planificando lo que tenemos que hacer, siendo constantes, responsables, comprometidos. Replantearnos nuestro objetivo si vemos que las cosas salen mal. ¿Qué está fallando, voy por el camino correcto? Ejemplos: No es conveniente que estudies ciencias, si se te dan mal las matemáticas, la física y la química. Por otro lado, si quieres conseguir algo, tienes que ser constante, no empezar y dejarlo. ¿Cómo vas a bailar bien salsa si dejas los cursos a medias y si no vas a practicar?
  • Tener nuestros propios valores, no los que nos han impuesto la familia, sociedad, etc, si nos parecen asfixiantes. No seas médico porque tu padre lo sea.

En fin, vemos que el trabajo en equipo, escuchar, ayudarnos, hablarnos con respeto y reír a menudo nos hace sentir más satisfechos. ¿Por qué no hacerlo allá donde estemos, ya sea en el trabajo, la familia o con los amigos?

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