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jueves, 3 de marzo de 2016

¿Puedes conseguir no engancharte a tu amante?



Ayer salió este tema en mi reunión semanal de los miércoles. Una de mis amigas, Malena, tiene claro que sí puede tener simplemente una relación sexual con un hombre sin enamorarse. Yo no lo tengo tan claro. Esperemos más adelante. Malena es fuerte, nunca se sabe. Otra de mis amigas, Soraya, tuvo que dejar de tener relaciones con el chico que le gusta, porque ella se estaba enganchando, y no era correspondida.

Miranda también pasó por el mismo trago. A pesar de que el sexo era el mejor que él había tenido con ninguna mujer, ella le perdió igualmente.  Volvió con su ex. Miranda, sin embargo, quedó tocada durante un tiempo, aunque  ya está bien. Decidió bloquearlo en el whatsapp y no seguirle el juego. Cortar por lo sano.

¿Qué hacer, entonces para no engancharse, para no sufrir? ¿Renunciar al sexo, con una persona con la que te sientes a gusto? ¿Llevar vida monacal? ¿No repetir con la misma persona, aunque esto te haga sentir mal? ¿Tener varios amantes e ir alternándolos? ¿Y si hacer ésto no te apetece?

La revista  2esmas da consejos para evitar el enganche, entre ellos está el no tener expectativas amorosas, como que te diga cosas cariñosas, te llame o te diga dónde está. Tampoco conviene que le veas con regularidad, ya que si quedáis una vez por semana, es más fácil que surja el apego. No te escandalices si estás un mes sin saber de él. Lo que quieres es no engancharte.

Conozco pocas mujeres que puedan tener un "amigo con derecho" sin engancharse. Se suele decir de nostras que confundimos sexo con amor.  "Por naturaleza somos más sensibles emocionalmente que los hombres, mientras éstos son más hormonales". “En realidad, la mujer siempre está buscando compañía, afecto, alguien con quien compartir. Es más demandante afectivamente, mientras que los varones se quedan simplemente con lo físico y con el momento vivido”. (Fuente). Por supuesto, hay excepciones, con los dos sexos. Supongo que, en los tiempos de singles que  corren, el grupo de las excepciones entre las mujeres está creciendo.

Cada una tiene que valorar cuándo está empezando a tener síntomas de dependencia emocional, y decidir si es el momento de separarse de esa persona. Entre los síntomas están:
  • Nuestra energía depende de él : estamos eufóricas cuando da señales de vida, y tenemos bajón cuando nos sabemos de él. Damos vueltas y más vueltas a los que nos ha dicho o no, y por qué motivos.
  • Ansiedad exagerada, esperando un mensaje suyo, una llamada. No perdemos de vista el móvil.
  • Idealizamos a la persona, pensamos que es nuestro salvador, que no hay nadie mejor que él. No somos felices si no estamos con él. 
  • No aceptamos el rechazo, nos quedamos estancadas en una relación que nos hace daño.
  • Nos invade el miedo, a menudo, a perder a esa persona.
  • Preferimos sufrir antes que dejar a la persona que no nos está correspondiendo, para no perderla.
  • La vida no tiene sentido si no estamos con ella.
  • El amante es el centro de nuestra vida, y el resto de amistades pierde importancia. Sólo queremos estar con él.
Está claro que así no vale la pena estar con nadie. Mejor estar sola y centrarse en disfrutar de la vida con otras personas y con otras cosas, que pasar por este calvario.

Llegados a este punto ya sólo queda hacer una cosa, desengancharnos. Para ello, lo mejor es tomar distancia:
  • Céntrate en otras cosas y personas.
  • Recuerda los momentos en los que te ha hecho sentir mal.
  • Sólo tenemos una vida, ¿para qué malgastarla con una persona que te hace sufrir?
  • Piénsatelo bien antes de volver a verle. Quizás te lo pases bien unas horas, pero luego tendrás una sensación de soledad intensa.
  • Deja de pensar en él como una opción. Te ha dicho  mil veces que no te quiere. ¿Eres masoca?
  • Abandona el contacto frecuente con él.
  • Bórralo del Facebook. No podrás evitar chafardear y pensar en él.
  • No hables de él. Contra menos esté en tu pensamiento, mejor.
  • No preguntes sobre él.
  • Valóralo como lo que es, como alguien que no merece tu apego. Si te has sentido despreciada, ¿qué haces con él?
  • Deja de tener sexo con él, aunque te lo pases bien. Luego es mucho peor.
  • Piensa que no es el único hombre del mundo con el cual puedes complementarte.
  • Si no te liberas de la obsesión con esa persona, no estarás abierta para que en tu vida entre nadie nuevo.
  • Repite, cada vez que pienses en él:  "Quien bien te quiere, no te hará sufrir".

jueves, 31 de diciembre de 2015

Encadenar relaciones o relaciones paracaídas... ¿es tan malo como dicen?



Mi amiga Marisa se va a Cuenca a recibir el 2016 con su nuevo amor, Tomás. Por lo visto él tiene una casa allí. Unos cuantos días románticos para acabar el año, no está nada mal. A pesar de que mi amiga ha tenido varias relaciones desde que la conozco, con una media de una por año, los hombres a los que ha conocido se han entregado a ella, se han enamorado, vamos. Luego, cuando se han ido conociendo, han ido saliendo a la luz los defectos, han empezado los reproches, las quejas, y al final, la ruptura, pero incluso así, los ha tenido detrás insistiendo en volver.

Siempre he oído que es malo empezar una relación cuando has finalizado otra recientemente, pero ...¿es tan malo como dicen? ¿No es un poco cierto el dicho popular  de que "un clavo quita otro clavo"? Después de todo, no es fácil encontrar una persona con la que quieras compartir el resto de tu vida, y es normal, en cierta medida, que se encadenen los fracasos. ¿Hay que mantener un duelo entre relación y relación? ¿No es mejor aprovechar el momento de la vida en el que estás y vivir momentos intensos y maravillosos con la persona que está dispuestos a dártelos? ¿Por qué obligarse a estar sola o solo si has conocido a alguien que te ilusiona, que te gusta, que está por ti y te lo demuestra?

Creo que hay que vivir el momento, y solamente renunciar al inicio de otra relación si se está sufriendo, si la nueva persona que entra en tu vida hiere tu dignidad. De hecho, he encontrado un artículo (sólo uno, eso sí), que habla de los beneficios de tener una nueva relación al poco tiempo de haber acabado con la anterior.
  • EMOL : Confirmado: Un clavo sí saca otro clavo y es bueno para la autoestima

Ahora bien, ¿cuándo estamos pasando el umbral y estamos arriesgando nuestro bienestar emocional por estar en pareja? Es el momento de navegar por la web y dejarnos aconsejar por lo que gente experiencia y expertos opinan sobre el tema.

Si te sientes identificada / o con lo que se expone a continuación, es el momento de cortar la relación!
  • Amar no es sinónimo de sufrir. La búsqueda del amor es una de las necesidades básicas del ser humano; el afecto nos convierte en seres fuertes, pero si al alcanzarlo nos entregamos en exceso y no acertamos a delimitar los sentimientos, la pasión se puede convertir en veneno. “No puedo vivir sin ti”, “vivo por y para ti”, “sin ti no soy nada”... son frases que encierran mucho más que amor. Son un claro síntoma de que el deseo se ha convertido en necesidad, y amar en un tormento. Los dependientes emocionales albergan una gran carencia afectiva y por ello se anulan a sí mismos y, aun siendo conscientes de su infelicidad, se entregan completamente a relaciones de pareja destructivas. Es como si estuvieran enganchados al amor, como si fueran adictos al afecto.  
  • Existen una serie de conductas que se repiten en personas dependientes, y si las conocemos nos pueden servir a modo de aviso. La primera y principal señal es el miedo a la ruptura. Sin pareja se sienten abandonados, solos ante el peligro, como si no tuvieran la disposición necesaria para enfrentarse al mundo si no es en compañía de alguien del cual dependen. Y ese miedo conlleva otro patrón que también se repite, la tendencia a encadenar relaciones.Los dependientes emocionales suelen tener parejas desde la adolescencia, y si es posible intentan estar siempre con alguien. Después de una ruptura, vivida como un acontecimiento verdaderamente catastrófico, intentan reanudar la relación por muy nefasta que haya sido o bien buscan a otra persona que cubra su necesidad extrema de estar acompañados de alguien”, comenta Castelló.
  • La dependencia emocional provoca relaciones de pareja desequilibradas en las que se sufre mucho, y eso hace que el autoestima del dependiente se vaya minando, pero aunque se estén consumiendo prefieren ese tipo de relación a quedarse solos.
  • Pero por mucho que adopten un papel de sumisión, las personas dependientes suelen manejar a su antojo a la pareja, ya que recurren a menudo al chantaje emocional. “Es su única herramienta. Necesitan sentirse protegidos, y es el instrumento de manipulación que tienen más a mano. Normalmente utilizan estas técnicas de manipulación con su pareja, pero también lo pueden hacer con su gente cercana. “Hay muchos casos de madres y padres que generan dependencia emocional en sus hijos”, asegura Navarro. No obstante, en realidad lo único que consigue es quitar autonomía al hijo.
  • Y con todo, no podemos dejar de sentir que la necesidad forma parte de la esencia humana. A pesar de que nos gustaría poder solos con todo, en el día a día comprobamos que no podemos, que necesitamos el apoyo de alguien. Queremos ser más autosuficientes pero siempre acabamos recurriendo a las personas que nos rodean, generalmente a la pareja. No debemos asustarnos por necesitar a las personas que tenemos alrededor. 
  • ¿Y dónde se encuentra ese límite entre la dependencia saludable y la tóxica? En los síntomas de adicción. la necesidad de estar cada vez más cerca de la otra persona y con más intensidad. “La gente que toma alcohol, por ejemplo, para poder sentir lo que sentía antes con una copa ahora necesita tres. Algo parecido sucede con los dependientes emocionales. Cuando empiezan a estar bien con una pareja van estirando la cuerda, con el peligro de que sobrepase el límite”, comenta el psicólogo Navarro. Un ejemplo muy claro de adicción a otra persona es vivir pendiente del teléfono móvil y en un constante mensajeo cuando no se está con ella
  • Cuando la dependencia emocional nos afecta a nivel social, laboral, personal o de salud, ya podemos decir que hemos cruzado la línea de la normalidad”. En estos casos la tensión emocional acaba provocando actitudes de huida por parte de la pareja: empiezan a pasar más tiempo en el trabajo, con los amigos... y, simultáneamente, el dependiente se sume en una sensación de frustración. 
  • Aunque no haya ni datos ni estudios oficiales, los psicólogos apuntan que hay más mujeres que hombres entre los dependientes emocionales. “Dos de cada tres casos que recibo en consulta son mujeres”, confirma Castelló. “La mujer tiene más desarrollada la capacidad de establecer relaciones y vínculos afectivos que el hombre, con lo cual a los hombres nos es más sencillo romper un lazo si no nos gusta. Si a eso le añadimos el factor cultural, sobre todo en las culturas tradicionalmente machistas, entre las mujeres se acentúa más la predisposición a ser dependiente emocional”. Navarro subraya especialmente el factor cultural: Un hombre dependiente no está bien visto. En cambio, una mujer dependiente es casi esperable, incluso deseable”.
  • Para evitar caer en la adición al amor y tener que acudir, en última instancia, a un profesional, Castelló recomienda centrarse en la prevención basada en cuatro puntos
    1. El primero y crucial, es mejorar la autoestima: “En la medida en que la relación de la persona consigo misma mejore, su necesidad afectiva disminuye. Esto es casi matemático. Hay que potenciar el diálogo interior, reducir la autocrítica destructiva, fomentar la valoración propia”. 
    2. El segundo, es mejorar las relaciones interpersonales, “sobre todo, disminuyendo la necesidad de agradar, y en el caso de que haya un comportamiento hostil o de rechazo hacia los demás, promoviendo una mayor vinculación hacia ellos”. 
    3. Por otra parte, es esencial aprender a intervenir directamente en las relaciones de pareja, evaluando si esta es agradable o enfermiza. Si resulta así, debería aprender a poner en marcha mecanismos para solucionarla o romperla. 
    4. Por último, es fundamental interiorizar pautas para preparar futuras relaciones sanas: “Hemos de tener muy clara la idea de equilibrio entre las dos personas”. Es posible aprender a querer sin que el amor haga daño.  (Fuente: La Vanguardia)

Pero no todo el que empieza una relación poco después de haber roto otra lo hace para evitar el duelo.
Una persona puede iniciar el duelo por su relación mientras está en ella. Quizás ya sabe que antes o después se acabará, y cuando por fin termina, su proceso de duelo está en una fase avanzada.

MÁS ENTRADAS EN EL BLOG QUE TE PUEDAN INTERESAR:

Más información en: Corazones Inteligentes (Blog personal de César Martínez Romero, psicólogo y sexólogo), Psychologies (Relaciones Paracaídas, buen análisis) , Salud Ediciones (Patología del Vínculo Amoroso).

sábado, 1 de marzo de 2014

El sufrimiento inútil en el amor

Muchas veces hemos escuchado que ¡la vida sin amor no merece la pena ser vivida! ¡Cuidado! ¡No confundamos conceptos! ¡No reduzcamos el amor al enamoramiento de otra persona!

Muchas personas piensan que su felicidad está en manos de los demás porque dependen de su amor para sentirse bien. Esto es erróneo, aunque está muy extendido.

Si pedimos muestras constantes de afecto y de amor incondicional a nuestra pareja , si nos mostramos inseguros de nuestra relación y nos llenamos con ideas irracionales de que nos va a dejar, la profecía se puede cumplir, ya que nuestra pareja se puede llegar a cansarse con tantas demandas de pruebas de amor.

Si tenemos una relación de pareja que nos satisface, disfrutémosla y no la echemos a perder con pensamientos irracionales de que tanto bienestar no es posible, de que el amor tiene que estar unido al sufrimiento.

NO TENEMOS POR QUÉ TENER MIEDO AL DOLOR, INCLUSO AL SUFRIMIENTO CUANDO ES INEVITABLE; PORQUE ESE DOLOR Y ESE SUFRIMIENTO SERÁN PASAJEROS; LO QUE NO PODEMOS PENSAR ES QUE AMOR Y SUFRIMIENTO VAN INDEFECTIBLEMENTE UNIDOS. SERÁ NORMAL QUE EN ALGÚN MOMENTO DE NUESTRA VIDA AMOROSA SINTAMOS DOLOR, Y NOS PREPAREMOS PARA SUPERARLO Y VIVIRLO CON NATURALIDAD Y MADUREZ.

A veces las relaciones acaban terminándose. No tiene sentido pulverizarlas con  nuestros pensamientos y con nuestras exigencias; las relaciones tienen un comienzo y un desarrollo, lo mejor que podemos hacer  es entrenarnos para vivirlas en las mejores condiciones para favorecerlas, no para machacarlas.

Cuando dejamos a nuestra pareja la posibilidad de respirar y elegir libremente, nos libramos de nuestra  angustia e inseguridad y actuamos de forma más racional, la relación mejorará. Recordemos que la persona que no se siente libre en su relación tarde o temprano termina ahogándose, por lo que inevitablemente busca el oxígeno que le permita seguir viviendo.

SIN DUDA, PARA APRENDER A AMAR HAREMOS BIEN EN ENTRENARNOS PRIMERO EN AMARNOS A NOSOTROS MISMOS PUES, DE LO CONTRARIO, DIFÍCILMENTE PODREMOS AMAR A LOS QUE NOS RODEAN Y NUNCA, NUNCA SERÍAMOS DUEÑOS DE NUESTRA FELICIDAD, YA QUE LA HABRÍAMOS PUESTO EN MANOS DE OTROS.

No por causalidad, cuando nos apreciamos y nos queremos de verdad a nosotros mismos, resultamos más atractivos para los que nos conocen. Por otra parte, si nos entrenamos en buscar cosas aceptables en los que nos rodean, pronto descubriremos que muchas personas poseen cualidades que nos ayudan a sentirnos bien a su lado y nos hacen valorarlas como merecen.

En definitiva, ni hay que pagar peaje en el amor ni la vida se termina cuando se acaba el amor. Si situamos el amor como algo externo a nosotros mismos, sentir amor dependerá de que otras personas nos lo proporcionen. Esto nos ocasiona un sentimiento de invalidez; la felicidad no nos pertenece.

La vida no se termina cuando se termina un amor. La vida se termina cuando nos negamos a sentir, a ver, a escuchar, a razonar, cuando nos negamos a controlar nuestros pensamientos  y nos forzamos a no creer en nosotros mismos. La vida llega realmente después de ese amor-desamor, pues esa experiencia  nos ha permitido aprender a vivir, a conocernos mejor, a protegernos adecuadamente, a ser más racionales.

El amor no es sinónimo de felicidad y sufrimiento. La vida no se termina cuando se acaba un amor. ¡No reneguemos del amor , pero no suframos inútilmente en su nombre!


Fuente: La Inutilidad del Sufrimiento. Claves para Aprender a Vivir de Manera Positiva. María Jesús Álava Reyes.

lunes, 2 de enero de 2012

Dependencia emocional


TEST DE AUTODIAGNÓSTICO

Superar la dependencia emocional

Son esas relaciones en las que uno de los miembros de la pareja no puede vivir sin hacer constantes llamadas al otro, que monitorea sus actividades y que es incapaz de ejercer las propias sin la aprobación y el consejo de su par.


Son relaciones repletas de reglas obsesivas, que oprimen los sentimientos y que evitan la expresión de ellos; no dan pie a que se pueda hablar de ellos, precisamente porque no se reconoce la existencia ni de la dependencia ni del problema que esto ocasiona. Quienes se envuelven en este tipo de relaciones hacen todo por complacer al otro y niegan cualquier tipo de conflicto porque eso podría suponer la pérdida de su motivo para vivir, de su mundo, “perdería al amor de su vida”.

Podemos verlo claramente en esas personas que se enamoran de alcohólicos, de personas con trastornos emocionales, sin empleo o que necesitan algún empuje en su vida, una motivación y, casualmente, ellos siempre están a su lado.

Cuando una relación no es para amarse y compartir entre dos, estamos en problemas. No amamos, sino que sentimos necesitar al otro para sobrevivir, para ser plenos. En este caso, cabe puntualizar, que la plenitud debe venir de ambas partes. Es decir, ahora que me siento en la plenitud, que no siento necesitar de alguien, estoy en el momento idóneo para una relación, para así poder compartir con mi pareja lo que tengo para dar y, si me envuelvo en una relación, el otro debe pensar de la misma manera, estar en la misma disposición.

Cómo saber si me está pasando…

Cuando vivimos relaciones tóxicas siempre somos los últimos en darnos por enterados. Creemos que la relación depende solamente de nosotros, que todo lo que nos ocurre es culpa nuestra y tenemos miedo a cómo reaccionará el otro. Actuamos en contra de lo que queremos o creemos sin motivo alguno, estamos convencidos que debemos sacrificarnos para que nuestra relación no termine. Tenemos miedo de quedarnos solos porque algo terrible puede suceder si perdemos a quien amamos.

Esta serie de pensamientos que propician un comportamiento tóxico y sumiso hace que los malos tratos aumenten, de la misma manera en que los momentos en que disfrutamos de nuestra relación se van haciendo menos, cada día menos…

Es natural darnos cuenta de que, como seres humanos, tenemos necesidades afectivas; pero, llegar a creer que solamente existe una persona en el planeta que nos complementará y resolverá nuestra vida, problemas y tragedias sentimentales, es un error. El amor es un sentimiento libre de egoísmo, enfocado a la tarea de dar y nos hace libres porque no esperamos algo a cambio, buscamos el bienestar de quien amamos al tiempo que le compartimos nuestro amor. De la misma manera, estamos conscientes de que cada quien es responsable de lo que siente, piensa y hace. Nadie puede responsabilizarse por los demás y eso nos da la libertad.

En la dependencia emocional, el sujeto es controlado por su necesidad de la otra persona, y el intenso miedo a la pérdida y a la soledad contaminan el vínculo establecido en la pareja.

En sus relaciones amorosas, los dependientes emocionales manifiestan hacia su pareja un tipo de apego "ansioso", caracterizado por una continua necesidad de saber que es amado por su pareja, dificultades para llevar una vida independiente, búsqueda incesante del candidato a pareja selección precipitada del mismo, miedo a no ser queridomiedo a la pérdida del objeto de su amor y celos frecuentes, ideas contradictorias sobre el amor y dificultad para romper aún cuando la relación sea altamente problemática y generadora de malestar para el dependiente.


La gran mayoría de los afectados son mujeres (75%).

“En los vínculos amorosos hay un cierto grado de dependencia emocional que por supuesto es completamente normal y saludable; es más, es el componente imprescindible para que las parejas funcionen. La diferencia entre la dependencia emocional patológica y la "normal" es únicamente de grado, es cuantitativa y no cualitativa. Dicho de otra forma, todos somos (o la mayoría) un poco dependientes emocionales, pero en un grado no patológico. De igual forma, puede existir gente un poco desconfiada sin necesidad de ser paranoide.


La dependencia emocional como tal tiene un trasfondo patológico que implica sumisión, desequilibrio, autoanulación que puede implicar riesgo vital, aversión a la soledad, baja autoestima, etc.” (Castelló Blasco, J.). En la dependencia “normal” los miembros de la pareja potencian su desarrollo invidivual, la emocionalidad que sostiene la relación es positiva, aún cuando –como en cualquier relación- puedan existir conflictos pasajeros.


La dependencia emocional no es algo negativo, sólo es negativa cuando se tiene una dependencia emocional en exceso. No hay nada malo en estar ansioso el fin de semana para ver a tu novio o novia, lo malo es cuando no eres feliz entre semana sin tu novio o novia o cuando necesitas a tu mujer cerca para sentirte completo y feliz.


Tienes que tener muy claro que tú eres una persona genial e increíble por ti misma y que no necesitas a nadie, pero, si estás con alguien estás porque esa otra persona te complementa y te hace feliz, esa dependencia emocional es muy positiva porque ningún miembro de la pareja se agobia, no hay celos y todo es más positivo y feliz.


Para lograr una sana dependencia emocional positiva antes hay que saber estar solo, si no eres capaz de ser 100% feliz estando solo no serás capaz de hacerlo con pareja ya que todo ese vacío emocional lo intentas llenar con la otra persona y acudes constantemente a esta para sentirte bien y a gusto. 


Para conseguir ser feliz y tener una vida completa estando solo hay que rellenar los principales pilares de la vida, los pilares de la vida es aquello con lo que te sustentas para conseguir tu felicidad, por norma general deberían ser: amigos, familia, trabajo, hobbie, pareja…

Como vemos la pareja es un pilar más y no lo que te lo da todo.


La Dependencia emocional negativa
La dependencia emocional negativa se da cuando alguien tiene muy poca autoestima y confianza en si mismo, se echa una pareja y traslada toda su felicidad hacia esa pareja. Es decir, esa persona se siente alguien, feliz, contenta y a gusto sólo cuando está con su pareja porque esta la hace sentirse bien y querida. ¿Qué ocurre con esto? Que se empieza a depender de una forma excesiva de la pareja, no se es feliz sin la pareja. Como los humanos nos alejamos de lo malo y perseguimos lo bueno lo que hará una persona con esta dependencia es acosar literalmente a su pareja, cuando la persona es muy dependiente comienza a comportarse violentamente y a utilizar técnicas psicológicas manipulativas para dominar y controlar a su pareja para que esta esté el más tiempo posible con ella.


Características del dependiente emocional

1. Necesidad de estar en pareja, intolerancia a la soledadMiedo al abandono. Las personas con miedo al abandono creen que si los demás deciden terminar con las relaciones (amistad, pareja, etc.) no encontrarán a nadie que pueda sustituirlos. Perciben el abandono como algo horrible.

2. Baja autoestima, la cuál provoca una necesidad de aprobación constante por parte de los demás, así como un gran temor al rechazo social. Muchas personas sienten la necesidad de ser aprobados constantemente por los demás y si esto no ocurre lo perciben como algo negativo. Lo que los demás piensen influirá de forma decisiva en cómo se van a percibir a sí mismos. Si los demás aprueban sus conductas y pensamientos se sentirán bien, pero si no lo hacen, lo percibirán como algo muy negativo.

        
  • Vive preocupado por caer bien, incluso a personas que ve por primera vez o desconocidos.
  • Se empeña en lucir una buena apariencia.
  • Expresa de distinta manera sus demandas de atención y afecto: haciendo regalos o favores que no le piden, preocupándose y estando pendientes de los demás, etc
Necesita tanto de la aprobación externa que lo pasa francamente mal cuando no la tiene o cuando interpreta que ha sido rechazado; en estas situaciones, es habitual que haga “comprobaciones” de la relación como llamar por teléfono para ver si todo sigue igual con esa persona o para detectar anormalidades en el tono de voz, por ejemplo. (dependencia emocionalorg)

3. Dificultades para decir "NO": se anteponen continuamente los deseos y necesidades de los demás a los propios. Estas personas no expresan opiniones personales contrarias al restoni reclaman o exigen sus derechos. Simplemente se dejan guiar por lo que creen que se espera de ellos para poder conseguir el cariño que tanto necesitan. Asimismo, hacen todo lo que su pareja o la persona de la que dependen, les pida. Creen que estar de acuerdo con los demás les otorga valor, y serán merecedores de su cariño o amistad.

4.Relacionado con el punto anterior, encontramos que el dependiente emocional ocupa un papel de inferior en la relación de pareja, aunque eso no excluye que pueda suceder lo contrario, ya que también existe la "dependencia emocional dominante"

5. Sentimientos no resueltos de culpa, rabia, ira, aislamiento y miedo. Estos sentimientos, vienen sin ninguna causa, pero son eliminados por la pareja en cuestión al reconciliarse o escuchar un halago demostrándote tu importancia.

6.  Miedo a la soledad (dependencia emocional.org)

Verdaderamente, no es de extrañar que si alguien tiene esos sentimientos hacia sí mismo no soporte estar solo, porque es como estar continuamente junto a alguien al que detestamos. Por ejemplo, los dependientes no aguantan mucho tiempo estar solos en casa o con la perspectiva de no salir en todo el domingo: enseguida se buscan planes o llaman por teléfono a alguien con cualquier excusa.

La soledad les provoca incomodidad, malestar e incluso ansiedad, y la idea más o menos intensa de que no son importantes para nadie, de que nadie les quiere y están abandonados.


Dependencia emocional: qué es y cómo salir de ella

La adicción al amor, como cualquier otra adicción, hace que la vida de la persona adicta gire en torno al objeto amado (la pareja). Su bienestar personal estará en función de la satisfacción que le produzca su pareja, buscará continuamente estar en su presencia y sufrirá cuando no está cerca de ella. Las rupturas amorosas las vivirán como un gran trauma, y tendrán la necesidad irrefrenable de recuperar la relación o buscar una nueva pareja.


La dependencia emocional es un concepto más amplio, pudiendo una persona depender emocionalmente de otra, no necesariamente de su pareja.


Respecto a las relaciones amorosas

Buscarán pareja continuamente en el caso de no tener, y harán todo lo posible por mantener la pareja en el caso de tenerla.

¿Cómo se comporta un dependiente emocional en la pareja?
El dependiente emocional suele tener relaciones de pareja desequilibradas, en las que aporta mucho más que el otro; por lo tanto, vive en la eterna falta de correspondencia, con todo lo que esto supone. (dependencia emocional.org). Además, prioriza tanto su relación amorosa que pone en compromiso el resto de sus facetas: su estado de ánimo irá en función de dicha relación. 

De todo esto se desprende que mientras la relación vaya ligeramente bien –aunque para otro esa situación fuera inadmisible-, la persona podrá cumplir con sus tareas habituales; pero si esto no es así, todo salta por los aires: estado de ánimo, trabajo, responsabilidades familiares, obligaciones, aficiones y demás. Lo más importante, con diferencia (incluyendo los hijos si se tienen), es la pareja.

Esto puede llegar al punto de que el dependiente aguante malos tratosde que se conforme con relaciones en las que el otro no tiene el menor interés en él. 


La dependencia emocional es algo que convierte el amor en un suplicio, convierte algo que tendría que ser muy bonito y que debería aportarnos muchísimo, en algo que es horroroso en muchas ocasiones y que resta amor propio y calidad de vida al dependiente, consumiéndolo poco a poco y atormentándolo.

En muchas ocasiones es el terrorífico síndrome de abstinencia el que acongoja de tal manera al dependiente que le hace pensar y sentir con absoluta realidad que es totalmente imposible romper la relación, y que si no lo hace el otro no habrá forma humana de que se produzca esa situación.

1-  Tendrá excesiva ilusión al inicio de una relación amorosa o ante el intento de que ello suceda. Tener una relación amorosa es lo más deseado por estas personas.

Está lleno de expectativas irreales por su anhelo exagerado de tener pareja:    Se llena de ilusión y fantasía al comienzo de una relación, creyendo que ha encontrado a la persona que siempre ha andado buscando o al encontrarse con una persona interesante.


Uno de los pocos momentos felices de su vida es al iniciar una relación o ante la posibilidad de que eso ocurra.

2-Manifestará necesidad de controlar a su parejallamadas constantes con el fin de saber qué hace en cada momento.


3-Demandará relaciones exclusivas: no quiere que su pareja tenga otras relaciones (amistad, compañeros de trabajo, etc.) por el miedo a perderla.


4- Demandará atención de forma excesiva: cualquier excusa será buena para mantener a su pareja cerca.


5- Creerá que las necesidades de su pareja son más importantes que las suyas propias: hará cualquier cosa para mantener el amor y la atención de la persona de la que depende ocionalmente.

6- Vivirá la ruptura como algo excesivamente traumático. Una vez aceptada la ruptura buscará rápidamente una nueva pareja.


¿Dónde está el error?

Los dependientes emocionales piensan que sometiéndose a la persona o personas de las que dependen, mantendrán el cariño que necesitanSin embargo, podemos ver, que dada la forma de comportarse estas personas, pueden producir el efecto contrario.

La pareja debe formarse en la igualdad, donde ambos miembros den y reciban lo mismo, espetando siempre la individualidad del otro y exponiendo las propias necesidades.


Monografías (muy bueno, aquí sólo extractos)

CONCEPTO
La dependencia emocional es "un patrón de necesidades emocionales insatisfechas desde la niñez, ahora de mayores buscamos satisfacer, mediante la búsqueda de relaciones interpersonales muy estrechas".

El modelo de la familia en que nos criamos continúa empleando como en los viejos tiempos, el chantaje afectivo como un mecanismo para obtener sumisión y obediencia, es decir, nos acostumbramos y vemos como natural el hecho de que para evitar perder el afecto de nuestros padres, amigos o parejas, tengamos que renunciar a nuestros intereses permitiendo que nos gobiernen los de ellos:
  • Para tener contento a papá y mamá había que sacar buenas notas, de lo contrario nos hacían sentir que éramos los culpables de su ira, de su disgusto y de los castigos que nos brindaban.
  • Nuestros amigos o amigas eran aquellas personas que gozaban la aprobación de nuestros progenitores, de lo contrario teníamos que sostener amistades clandestinas y relaciones secretas, que era peor.
  • Cuando mamá se enojaba por algo que no hacíamos y que no era de su agrado, nos amenazaba con "ya no te voy a querer", "me voy a enojar contigo y ya no te voy a hablar", y en casos extremos nos amenazaban con "te voy a regalar con ese viejito que viene allí" o " hay que te robe ese hombre, yo ya no te quiero". Nos llenaban de terror ante la amenaza de perder la protección y seguridad que solo obtenemos de ellos.
Así se doblega nuestra voluntad y nos convierte en los adultos sumisos que nos vamos a tragar todo el descontento que significa establecer relaciones destructivas con las personas menos indicadas, pero que nos harán repetir una y otra vez ese círculo de temor oculto y baja autoestima en que nos quedamos estancados y que nos incapacitará para enfrentar los momentos más críticos de nuestra vida.



 ¿ CÓMO ES EL DEPENDIENTE EMOCIONAL?

  • Continuamente se encuentra padeciendo de graves necesidades emocionales, principalmente de falta de afecto.
  • No espera ni busca cariño porque nunca lo ha recibido y tampoco por esa misma razón esta capacitado para darlo.
  • Simplemente se apega a alguien que idealiza.
  • Le interesan personas indeseables porque su deficiente autoestima le provoca fascinación al encontrar una persona tremendamente segura de sí misma, con cierto nivel de éxito o capacidades, a veces más supuestas que reales.
  • Entiende el amor como "apego", enganche, sumisión, admiración a la otra persona y no como un intercambio recíproco de afecto.


Anhela relaciones exclusivas y parasitarias:

  • Siente necesidad continua de disponer de pareja, amigos, hijos, etc.
  • Vive pendientes de ellas, incluso llamándolas constantemente a su trabajo, controlándolas, vigilándolas, queriendo conocer hasta el último detalle de lo que hacen con su vida privada.
  • Invade la vida privada de la otra persona.
  • Agobia a su pareja con excesivas demandas de atención, de consideración.
  • Le transmite al otro tanta responsabilidad sobre sus propios sentimientos y sobre su felicidad, que lo expresa incluso, inconscientemente o por hábito, en su lenguaje. Atribuye al otro sus sentimientos positivos: “me haces tan feliz”, “me haces subir al cielo”, “antes de conocerte era tan infeliz”, y también atribuyen al otro sus sentimientos negativos: “me haces sentir tan triste”, “me irritas”, etc.(centroics)
  •  Incluso en algunas personas, aparte de ese malestar y ese sufrimiento interno, puede haber ocurrido que de tanto querer adaptarse, la pareja ya no vea en ellas a la persona que conoció y las cualidades de las que se enamoró. Y puede ser que sus esfuerzos porque el otro le quiera, y por evitar perderle, consigan exactamente lo contrario de lo que ella quería, y es que el otro se aleje de ella, y se confirmen todos sus miedos., además también puede haber ocurrido que la pareja se haya acostumbrado a ser más directiva de lo que originalmente era.


 ¿ COMO ES LA PERSONA ESCOGIDA POR EL DEPENDIENTE EMOCIONAL?

 Son narcisistas y explotadoras:
  • Las personas elegidas son muchas veces manipuladoras, narcisistas.
  • Carecen de empatía y afecto.
  • Creen que poseen privilegios y habilidades fuera de lo común.
  • Nuestro carácter sumiso y torturado como dependiente emocional no hace más que perpetuar estos rasgos.

Aprendimos que la sumisión es una estrategia:
  • Para evitar el abandono, el rechazo.
  • Para obtener seguridad, protección.
  • Aprendimos que para ser amados debíamos cumplir con la expectativa de los demás, nunca importunarlos o alterarlos o provocarlos, antes bien sofocar sus estados de ánimo que nos hacían daño.

Vencer el síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia es el conjunto de síntomas que experimenta un dependiente emocional cuando rompe una relación. Estos síntomas son de naturaleza ansioso-depresiva y varían entre los siguientes: nerviosismo, obsesividad con la relación, culpa por la ruptura, recuerdos continuos de los buenos momentos, tristeza,  sentimiento de desapego por la vida, falta de capacidad para disfrutar, dificultades de concentración, molestias físicas de diversa índole, deseos continuos de llamar o reanudar el contacto con la ex pareja, etc.

Hay diferentes pautas que son interesantes de conocer. La primera de ellas es el "contacto cero" con la ex pareja. El “contacto cero” supone, como su propio nombre indica, no tener contacto alguno con la ex pareja después de que se haya producido la ruptura.

Si uno duda de si la ruptura ha sido lo mejor, va a perder mucha fuerza porque no estará totalmente seguro de lo que hace, ya que pautas como la del “contacto cero” suponen una distancia  activa de la ex pareja. Potenciar este convencimiento es, entonces , crucial para una superación exitosa de esta situación traumática.


Existen otras pautas accesorias que realizan  también su aportación para pasar este duro trance:

  •  Pensar en el síndrome como algo transitorio: el síndrome de abstinencia dura un tiempo determinado, no se queda instalado de por vida aunque a veces el dependiente piense así. Lo normal es que no dure más de dos o tres meses, siendo el primero el más duro con diferencia; es más, dentro incluso de ese mes, las dos primeras semanas son las más angustiosas, teniendo progresivamente más momentos de respiro o distracción con el tiempo. A partir de la segunda o tercera semana, lo más frecuente es que existan “picos” o cambios de ánimo en los que el sujeto se encuentre bien una mañana, por ejemplo, y por la tarde vuelva a experimentar ansiedad, malestar o decaimiento. 
  • Distracción: ocupar la mente en otras cuestiones es positivo, porque debilita menos al sujeto forzándolo a prestar atención en su vida cotidiana o en cualquier otra circunstancia. Además, la distracción es positiva porque contribuye a “pasar página”. Dentro de esta distracción, que tampoco debe suponer un frenesí de idas y venidas, cabe la propiamente social como salir con amigos o apuntarse a cursos, o alguna más individual como hacer deporte o centrarse más en el trabajo.
  • Nueva vida: dentro de esta “nueva vida” es interesante que la persona retome actividades o aficiones que había olvidado por falta de tiempo o por centrarse en exceso en sus parejas, así como amistades con las que no se ha producido el suficiente contacto; de la misma forma, también es válido que se rompa por completo con el pasado y se inicien nuevos proyectos, nuevas aficiones más o menos ambiciosas en las que se vaya construyendo algo distinto, algo que le haga pensar al dependiente que, por una vez, es el centro de su trayectoria, y no la relación de pareja.
  • Escribirse una carta: en los peores momentos, el dependiente puede perder la lucidez y los buenos propósitos que ha mostrado en otras circunstancias, porque el síndrome de abstinencia es capaz de desestabilizar de una forma muy sustancial. En estas situaciones, contar con una “posición de referencia” en la que se recuerden dichos buenos propósitos, se insista en el camino a seguir y en la nueva vida que se pretende comenzar libre de la necesidad afectiva, o se rememore cómo era realmente la relación que se ha terminado recurriendo a la objetividad es extremadamente útil.
  • Desidealización: una de las manipulaciones más habituales de la necesidad afectiva durante el síndrome de abstinencia es la idealización de la ex pareja y de la relación que se mantenía con ella. Donde antes había menosprecios, desaires, humillaciones o infidelidades, ahora se recuerda a un individuo gentil, preocupado o empático a más no poder. Esto es fácilmente manipulable porque en el tiempo de relación seguro que se habrán producido hechos puntuales en los que el comportamiento de la ex pareja haya sido positivo; entonces, se extraen dichas situaciones y se elevan a la categoría de habituales o representativas tanto de la ex pareja como de la relación que se tenía con ella.
         Para evitar esta tergiversación de la realidad, nada mejor que recurrir a fotos de viajes, mensajes de texto o correos electrónicos guardados, recuerdos de situaciones en las que se ha pasado muy mal, etc. Hace falta erradicar las manipulaciones de la necesidad afectiva que tenderán a dulcificarlo todo, y para ello es preciso ser objetivo y recordar esas circunstancias y cómo se sentía el sujeto cuando se producían. Dar rienda suelta a la idealización del pasado va restando convencimiento en la ruptura y va debilitando al individuo, con el riesgo que esto supone de que vuelva a sucumbir a su necesidad afectiva.
  • Ejercicio físicodentro de la recomendación de tener actividad y distracciones, destaca el ejercicio físico por encima de todas porque es una manera muy eficaz de focalizar la atención en algo muy distinto a la ruptura. Además, incrementa la satisfacción del sujeto consigo mismo y mejora la disposición a la lucha activa que es parte fundamental de una gestión adecuada del síndrome de abstinencia.
  • Plan de emergencia: para personas que se encuentren en una desesperación muy grande y que padezcan tentaciones cada vez más fuertes de llamar a la ex pareja, es interesante que se diseñen una especie de “plan de emergencia” en el que tengan claro cómo deben actuar. Por ejemplo, en dicho plan pueden tener previamente establecido a quién deben llamar para atenuar su malestar (el primero sería el terapeuta en caso de que se encuentren en tratamiento psicológico), qué cosas habría que realizar como leer la auto-carta antes mencionada o salir a la calle a pasear, o al gimnasio a hacer ejercicio, etc. Es indiferente lo que se haga, lo que importa es que el sujeto tenga algo planificado para que no se deje llevar por la improvisación, porque no dispondrá de la lucidez necesaria y fácilmente hará cosas de las que luego se arrepentirá.
  • Un clavo no quita a otro clavo: cambiar de pareja sólo hace que profundizar en el problema que no era realmente la persona que se ha dejado, sino la propia necesidad afectiva que no tiene inconveniente alguno en dirigirse a otro objetivo, incluso sin que haya la menor atracción, como sucede en las “relaciones de transición” que a menudo se producen en este problema.
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Relaciones: etapas del duelo


El duelo de la ruptura amorosa, Miguel Ángel Núñez

Negación

Es el primer momento, se manifiesta por la incapacidad de aceptar la realidad. La persona idea la manera de evadir lo que está ocurriendo.

En el caso de los enamoramientos, se produce una negación cuando se pretende señalar que la pareja simplemente está en un mal momento y ya se le va a pasar.

Algunos, incluso se niegan a informar a sus amigos, parientes e incluso hijos, cuando los hay en la relación, con la esperanza de que todo sea sólo un mal sueño.

Enojo

En esta etapa afloran sentimientos profundos de rabia, enojo, ira, odio y envidia. Son emociones irracionales y en muchos casos incontrolables.

Regateo
En estos instantes, las personas suelen hacer locuras como rogar, humillarse, acudir de manera intempestiva donde su ex para llorar y solicitar una nueva oportunidad, señales que, de una forma u otra, marcan su desesperación.

Depresión
Cuando se adquiere conciencia de la situación, devienen sentimientos encontrados, depresión, culpa, ansiedad, vergüenza, tristeza o melancolía.

Cuando lo que ocurre dura más de la cuenta, se está ante la presencia de un duelo patológico y es fundamental la intervención de algún profesional de la salud psicológica, puesto que la persona puede, en este momento, tomar decisiones nefastas para su desarrollo mental.

Reorganización y aceptación

Es el momento del ordenamiento de la vida en otro contexto. Cuando se acepta lo inevitable. En ocasiones existe aun dolor, pero este no destruye.

Cuando las personas no son capaces de llegar a esta etapa, entonces su duelo se convierte en patológico y se enquista de tal manera que termina por afectar otros aspectos de la existencia.


Consideraciones sobre la superación

Una persona normal tiene que vivir un duelo ante la pérdida de una relación amorosa. Si no se enfrenta de manera adecuada, se pueden generar otros procesos psicológicos que pueden llevar al individuo a la toma de decisiones erróneas, que compliquen más su dolor.

Un duelo normal dura entre seis meses y dos años, dependiendo de las características de la personalidad, del apoyo familiar o de amistad recibido, y la orientación de un profesional, cuando sea necesario.


Algunos consideraciones importantes que se deben tomar en la etapa del duelo son:

Cortar la relación. Parece una paradoja, pero muchas parejas que terminan su relación, en la práctica no lo hacen. Se siguen viendo, conversan, se llaman y participan en actividades comunes. Eso no ayuda para el duelo. Cortar es cortar. Definitivamente, y no de a poco. De otra forma no se avanza. Eso incluye, además, no guardar recuerdos ni otros elementos que puedan atarlo afectivamente a la persona que ya no está. 

No iniciar otra relación. Ese dicho popular que dice que "un clavo saca a otro clavo", no sólo resulta fantasioso sino que, además, es dañino. Una persona en duelo no puede tomar decisiones afectivas de manera adecuada. Lo que ha vivido y está sintiendo, son malos consejeros en ese momento. 

Reorientar la vida. Muchas personas, cuando se enamoran, focalizan su vida en torno a intereses y relaciones de su pareja. Es preciso organizar la vida de otro modo, eso incluye nuevas amistades, actividades y estilos de vida. De otro modo, se queda estancado en la relación anterior.

La realidad de la vida

Es un hecho indiscutible que todas las personas tendrán que vivir algún duelo amoroso en algún momento de su vida. Negarlo es absurdo. Hay que aprender a vivir de una manera distinta, reorientando la existencia y viviendo el duelo en todas sus etapas.


Ruptura de la pareja

Tras la separación no hay que caer en la tentación de buscar otra pareja de recambio inmediatamente hay que dejar un periodo de tiempo que será en cada uno según su capacidad de superación. Lo más conveniente es buscar apoyos y abrirse al exterior en lugar de encerrarnos en nuestro dolor.

Cuando estamos en este proceso cualquier hecho aislado nos lleva a interpretar que todavía hay amor en la otra persona hacia nosotros. Cualquier indicio de contacto se interpreta como que es un acercamiento de la pareja y que la posibilidad de una vuelta es posible, pero hay que ser realistas y tener claro que cualquier mención de contacto puede estar generado por muchas cosas, distintas, que nada tiene que ver con el amor: nostalgia, sentimientos de culpa...Una mirada puede ser signo de atracción, de seducción...pero no significa, necesariamente, que se vaya a producir un acercamiento afectivo.


A la hora de superar una ruptura hay que seguir unas pautas:

Recordar que la ruptura en la relación de pareja no es un fracaso personal sino que es cosa de dos.
Busca relacionarte y rodéate de familiares, amigos......No te dejes vencer por la soledad. Ésta lo que hace es que te quedes en casa rumiando (pensamientos repetitivos y negativos), te puede llevar a la depresión. A sentir el futuro con incertidumbre y miedo (Ansiedad) 

Tienes que permitirte sentirte mal, durante un tiempo, sentir tristeza es de lo más normal. Intenta superar tus sentimientos actuales y te será más fácil de volver a experimentar el amor en un futuro. 

Es primordial que rompas, definitivamente, con tu anterior pareja. Cuando se rompe totalmente con ella se superará mejor la ruptura. El mantener contacto con la expareja, se tiene la ilusión de que puede haber una vuelta a la relación. Muchas personas tienen la firme creencia de que cuando se rompe la relación se puede ser amigo de la persona a la cual todavía amamos, es un engaño y puede convertirse en una tortura continua. Cuando se pretende ser el amigo de un ex nos podemos encontrar con que de la noche a la mañana hemos pasado de ser protagonistas de su historia a ser el confidente de sus intimidades afectivas, sexuales, etc. Por lo que ver a la otra persona con su nueva pareja, escuchar sus intimidades... cuando nuestros pensamientos y nuestro objetivo es recuperarlo en silencio, sufriendo....se toma la decisión, más tarde que pronto, de no saber nada de la otra parte.

Hay que trabajar la autoestima. Una vez reestablecida ésta, analiza que es lo que pasó para que la relación no funcionará. El objetivo es no cometer, en el futuro, los mismos errores. No pienses que no vas a gustar a nadie más, estos pensamientos denotan una baja autoestima. 

No dejes que la tristeza se instaure en tu vida, al menor síntoma de tristeza busca distracciones como: un paseo con amigos, una cena, ver una película, música, ejercicio.....No te quedes en casa con tus pensamientos repetitivos y negativos. 

No permitas que el miedo se apodere de ti a la hora de iniciar una nueva relación, si te dejas dominar por el miedo, por la inseguridad, te bloquearás y te impedirá iniciar otra.

Hay que tener en cuenta que cuando creemos y sentimos que hemos encontrado a la pareja que compartirá nuestra vida, tenemos el firme deseo de que esta relación perdure en el tiempo, pero no siempre es así. Hay que tener presente que las crisis sentimentales serán nuestro equipaje a lo largo de toda nuestra vida.

La ruptura de una relación y el despecho. Cepvi.com
Psicología, Medicina, Salud y Terapias alternativas

Deja que tus emociones fluyan, acéptalas, son propias del duelo. La rabia, la cólera, la tristeza, el desconcierto, la impotencia, son emociones naturales que así como aparecen también se agotan y desaparecen. Todos la sufrimos. Son parte de nuestro dolor. Si te opones a ellas van a aparecer con más intensidad y el dolor será más agudo, no lo podrás soportar y enfermarás.

No des paso a la ira, si estás muy cargado de rabia, de rencor, golpea un colchón o un cojín, un muñeco, grita, insulta con todas tus fuerzas, siempre y cuando estés a solas y no lo hagas para herir o agredir a alguien. No tienes derecho a hacerlo.

La violencia, la manipulación, el querer imponer una situación o dirigir tu rencor, tu hostilidad hacia otras personas inocentes, crea problemas, causa tristeza y dolor en quien no lo merece. Terminas solo, frustrado, con un dolor más intenso, más insoportable … la tristeza y la cólera permanecerán sin superarse y la culpa se incrementará por tu actuación.


Comparte tu dolor con libertad y amor. Pon tu confianza en familiares, en amigos de confianza, en personas que te escuchen, te comprendan y te apoyen. Disimular nuestro dolor no es bueno. No permite la comunicación con otros que nos pueden acompañar y aliviar nuestro dolor.


Revive la experiencia de la ruptura, de la separación, de tu despecho, esto facilitará tu recuperación. Duelo que no se habla es duelo que no cicatriza. Busca a la gente, no esperes que ellos te busquen a ti. Recobra o crea un círculo social y mantente ocupado en actividades que requieran esfuerzo físico.


Para facilitar el proceso de duelo, no busques a tu ex pareja, rompe contacto con ella, al menos por un tiempo. No dejes que los demás te vengan con comentarios o chismes.

Busca tu bienestar físico y psicológico: esfuérzate por dormir bien, comer y trabajar bien; mantener relaciones sociales saludables, dominar o retomar alguna actividad o tarea que te haga sentir útil y bien , dale sentido y pertenencia a tu vida, mantén el control de tu propio destino, siente satisfacción de ti mismo y de tu propia existencia.

No dudes en buscar ayuda profesional si crees que no puedes manejar la situación o lo necesitas. En la terapia se brinda ayuda solidaria para lograr una mejor comprensión y aceptación de nosotros mismos y cambiar nuestras actitudes hacia nosotros, hacia los demás y hacia el mundo en general.

Después de la separación

Es posible que después de una separación una persona tenga insomnio, no sea capaz de concentrarse en su trabajo, sienta culpa, piense que no vale la pena volver a intentar nuevamente otra relación, pueda culpar al otro, tenga periodos de angustia y depresión, sienta la necesidad de estar solo o posiblemente de platicar con alguien, sienta un gran enojo hacia sí mismo o hacia la persona que se fue. Podría sentir algunos de estos síntomas o tenerlos en el peor de los pronósticos todos ellos juntos y más.

Decir adiós a un amor deja una estela de sufrimiento. Pero difícil golpe se puede superar (Mente Sana),


Evitar pasar muchas horas pensando en el tema, hacer varias actividades para mantenerse ocupado, mantener el contacto con las amistades, y tratar de no hablar del asunto, con ello, poco a poco se irá pasando el dolor.

La ruptura, una forma de duelo (Portal de Salud Mental)

CONSEJOS A SEGUIR PARA SUPERARLA. CONSEJOS A SEGUIR EN ESTAS ETAPAS


1.- No te aísles y busca apoyos externos. La familia será un excelente punto de apoyo.  Sal de fiesta y atiende tus compromisos familiares.

2.-No te sientas ni te hagas una víctima. Es muy fácil, en esta situación, intentan ir de víctima, ya que te sientes persona desvalida y el centro de todas las miradas.

3.- Busca nuevas personas para iniciar nuevas relaciones.


Como ves se trata de sustituir unos sentimientos negativos por otros positivos. Los negativos son:
  • Tus sentimientos infundados de culpa, lo cual que hace sentir responsable de la situación y de la relación que se rompe.
  • La ira y el resentimiento que habrás acumulado. son comprensibles y lógicas pero no debes mantener .
  • El dolor sin resolver
  • Que te hace recordar una y otra vez lo que "debí haber dicho o hecho y no lo hice o no lo dije ".
  • El aislamiento. Inefectivo refugio para tu miedo porque no facilita conseguir la independencia.
  • o el miedo que mantiene la dependencia emocional.
Por TANTO hay que contrarrestar las actitudes anteriores con estas otra cinco: CINCO ACTITUDES QUE AYUDAN A SUPERAR UNA RUPTURA


1. Busca ayuda y apoyos, Ayuda profesional o apoyos en familia, amigos…
2. Renuévate. Cambia de aspecto, renueva todo lo que te pueda traer recuerdos negativos. Vístete de colores, sustituye lo oscuro por lo brillante.
3. Haz ejercicio, mantente activo, retoma tu vida social.
4. Piensa en positivo La etapa que acaba de finalizar ha sido mala, pero la vida es muy larga. Ponte objetivos a conseguir para la superación de esta situación.
5. Y deja que el tiempo vaya pasando. De otra manera relatado lo mismo: cinco cosas que te ayudarán a desengancharte.
6. Haz una lista de “deberes de casa” que te obligues a realizar para acabar con tu dependencia, entre ellas debe estar el cambiar de aspecto (si es el caso) sustituyendo todo vestido negro pro otro de colores.


Cualquier cosa que consiga hacer de esa lista merecerá un premio, que signifique que tienes de ti un concepto nuevo más alto y que valoras tu decisión. Comienza una nueva vida social que te ponga en contacto con un nuevo círculo de compañeros de ambos sexos, puede consistir en iniciar nuevas actividades sociales, deportivas o culturales, que amplíen tus oportunidades de contactar con otras gentes y desarrollar tus aficiones no desarrolladas.

Olvídate, ponte como obligación olvidarte, de tu antigua pareja que no ha sido para ti ocasión sino de sufrimiento y no cedas a sus pretensiones de volver y menos de practicar el sexo con ella.

Volvamos a repasar el Plan de trabajo.


1- BUSCA AYUDA
2- HAZ QUE LA RECUPERACIÓN DE TU DEPENDENCIA AFECTIVA SEA LO MÁS IMPORTANTE
3- DESARROLLA O FORTALECE TU PERSONALIDAD.
4- NO TE ENGANCHES
5-ENFRENTA CON CORAJE TUS PROPIOS PROBLEMAS.
6- IDENTIFICA LOS CAMBIOS QUE ESTAS COMO PERSONA EN DISPOSICIÓN A DAR EN TU VIDA
7-ELEVA TU AUTOESTIMA Y PIENSA EN TI.
8- COMPARTE CON OTRAS PERSONAS LO QUE HAS EXPERIMENTADO y APRENDIDO


Para finalizar no acudas al sexo del primero que te lo ofrezca o con el que esté en tu mano: sexo y compañía pueden hacer que te sientas mejor pero sino es una relación fundamentada el efecto rebote empeorará tus síntomas.


Enlaces relacionados:

Cómo desenamorarse
Dependencia emocional
Obsesión
¿Amor o dependencia?

Convivencia en pareja




 PSICOLOGIA COSTA SUR

  • Cuando estemos ya en nuestra nueva casa si se ha de comprar algo, un mueble, la ropa de la cama, las cortinas…ha de ser del gusto de ambos ya que si es sólo de uno, este estará muy contento pero el otro no se sentirá muy a gusto, es algo así como que no fuera su casa sino la de su pareja, por ello se debe colocar a gusto de ambos donde puedan estar realmente cómodos los dos.
  • Ir a vivir juntos no implica perder la privacidad como individuo por ello se debe respetar esos momentos de intimidad que todo el mundo necesita. Nada de perseguir a tu pareja y acosar con preguntas como ¿te pasa algo? ¿Qué te ocurre? Y cosas así, porque en realidad puede que lo único que le ocurre es que necesita estar en soledad y eso no implica que haya perdido su amor.
  • Para no olvidar que la pareja son dos por muy unidos que estén, debemos entender que por mucho que a uno le guste el fútbol el otro miembro no tiene que hacer esfuerzos titánicos para que también le guste, es decir, respetar el gusto de nuestra pareja aunque a nosotros no nos agrade, exactamente igual para la otra parte de la pareja, por supuesto.
  •  Vivir en pareja también supone compartir sentimientos, deseos y anhelos, no se puede esperar que nos lean la mente porque normalmente nunca se acierta, así que aligeremos el trabajo y digamos abiertamente las cosas ya que si esperamos a que se ilumine y acierte de pleno, vamos muy mal porque lo más seguro que piense todo lo contrario a lo que realmente está ocurriendo.
  • Trata de comprender la postura del otro. No generalices de manera injustificada y ten en cuenta que la otra persona también tiene su parte de razón.
  • Aclara las discrepancias. Si no te gusta cómo se comporta tu parejadíselo con claridad. Ten presente que no tiene por qué saber lo que esperas de ella si no se lo dices.
  • Acerca posiciones. Comprueba que las metas que persigues en tu vida y más concretamente en tu relación, van en la misma dirección para ambos. Así evitarás malentendidos y podréis corregir los desvíos.
  • Respeta al otro. Permítele ser como desee y no intentes cambiarlo. Se consecuente con lo que has elegido, pues tú ya sabías con quien decidiste compartir tu vida. Si ahora no te gusta, tendrás que ser tú el que decida que hacer con tu relación antes de que sea demasiado tarde, pero respetando el modo de ser del otro. Como recurso sabes que puedes expresar lo que no te gusta y esperar que el otro libremente cambie. Si el cambio no se produce tendrás que asumirlo y tomar tu propia decisión.
  • Negocia con tu pareja las reglas en las que se va a basar vuestra relación. Hablen de sus asuntos con franqueza y de todo lo que comparten. Eso no significa que la pareja vaya mal, sino todo lo contrario. También para averiguar qué puede suceder cuando dos personas deciden cobijar su intimidad dentro de las mismas “cuatro paredes” y compartir muchas más horas que lo que acostumbraban, algunos expertos proponen la ingeniosa “prueba del viaje en coche”. Consiste en observar las reacciones de ambos cuando van juntos a bordo de un vehículo: ver si el que conduce pierde los nervios con facilidad o culpa al otro de sus despistes en el tráfico, o el que viaja de acompañante, va de sobresalto en sobresalto debido al estilo de conducción del conductor, o le va indicando a cada instante por dónde “debe” ir o que baje la velocidad. Conclusión: así como ha sido ese trayecto conjunto en coche, así será el largo viaje de la vida compartida que les espera...
  • Risas en la cama. Durante el sexo, nuestro cuerpo nos juega malas pasadas con extraños sonidos o con extremidades que se duermen o cosquillean. Tómatelo con buen humor. Las parejas que conciben el sexo como algo sagrado o como el guión de una película porno suelen decepcionarse.
  • Muestras de cariño. Prepárale el café cada mañana; masajéale los hombros mientras trabaja frente al ordenador; quítale los guisantes de la menestra (sabes que los odia). Los pequeños detalles enriquecen y hacen que las relaciones perduren.
  • Ante la tormenta, calma. Cuando atraviesas un mal momento, lo fácil es tomarla con tu pareja», dice el psicólogo Luis Rojas, autor de “Nuestra felicidad” (Espasa Calpe). «Si sois capaces de conseguir que el enemigo sea la situación que atravesáis (y no vosotros) comprobaréis que la adversidad ayudará a consolidar vuestra unión.»
  • Deberes sexuales. Para mantener la llama de la pasión, preparad intensas clases nocturnas en las que aprender a satisfaceros mutuamente. No serán siempre encuentros memorables, pero esta complicidad servirá para manteneros conectados.
  • Confianza ciega y respeto. Puedes pensar que tu pareja no es demasiado brillante o todo lo divertido que quisieras. Pero si crees que es un torpe incapaz o una persona poco ética, entonces la relación está abocada al fracaso. Sincérate contigo misma.
  • Estabilidad a + /- 20 kg. Un exceso de peso, una incipiente calvicie o las arrugas no son motivo para abandonar una relación. La atracción debe superar lo puramente físico.
  • Habilidad para negociar. Evita los sarcasmos («A ver, ¿quién lava los platos hoy?») y pídele que borre ciertas frases de su repertorio («Eres como tu madre»). Si negocias, acabaréis comprando un lavavajillas y tu pareja verá los encantos de su suegra.
  • Pequeños secretos. Toda relación necesita sus escondites. Quizá conserves antiguas cartas de amor (de otros) o fantasees con una aventura con el cartero. El misterio mantendrá sana la relación.
  • Decoración en común. No cedas a sus gustos ni hagas que se someta a los tuyos. Si podéis comprar un sofá que os haga feliz a los dos, vuestro futuro será brillante.
  • Los problemas más difíciles se deben principalmente a la falta de comunicación, porque la mayoría de las cosas se resuelven hablando normalmente, sin gritarse ni insultarse, manteniendo la calma y la firmeza de las propias convicciones.
  • Cada persona tiene una forma diferente de expresar el afecto, que su pareja debe identificar; porque no todos lo demuestran con besos y caricias o palabras bonitas.
  • Evitar los conflictos es imposible, pero sí se puede aprender a aceptar que se puede vivir y ser feliz teniendo diferencias, porque permanecer en el conflicto y no buscar soluciones lleva a sembrar dudas  sobre el amor. Muchas veces, si se logra tomar distancia de las emociones involucradas, y se puede pensar racionalmente abandonando los gestos de enfado y buscando el diálogo; se puede pasar a otro nivel en la vida de pareja que permitirá alejar temores y mejorar la comunicación.
  • En toda relación es importante estar plenamente consciente de nuestros estados de ánimo cotidianos con respecto a la pareja, ya que no es lo mismo sentir temor a ser abandonado que recordar antiguas experiencias de rupturas traumáticas, o tener baja la autoestima y despreciarse.
  • Por lo tanto, es más saludable prestar atención a las palabras y no a los gestos, ya que éstos pueden ser ambiguos y pueden tener distintas interpretaciones.
  • El tiempo es una parte del amor, se necesita tiempo para conocer a alguien y tiempo para llegar a quererlo, y este proceso no se puede acelerar. No se puede tener una relación en un día ni tampoco al día siguiente, porque para saber cómo es alguien es necesario tratarlo, tener la oportunidad de conocer sus valores, su forma de pensar, una idea de cuáles son sus proyectos y la capacidad que tiene de mantener un compromiso.
  • Hable también acerca del papel que cada uno tendrá en la relación. Las tareas del hogar, ir a comprar comida, hacer reparaciones en casa, son actividades que pueden hacer juntos o pueden repartirlas.
  • La cuestión económica también es importante. Pueden considerar el hacer una cuenta bancaria común, pero sobre todo, hagan números y calculen los gastos, para saber si podrán vivir relajadamente o por el contrario deberán apretarse el cinturón durante los primeros meses. No sería justo que uno se lo gastara todo, mientras el otro tiene que hacer cuentas continuamenteLas disputas por temas de dinero no son positivas en una relación y menos en los primeros meses de convivencia en pareja.
  • Un piso común significa ser flexible y no decir siempre que no. Escuchar al otro es fundamental y quizá la mejor manera de llegar a comprometerse en la relación. Si usted se muda a casa de su pareja, intente adaptarse y pensar que ésta ha vivido a su estilo hasta ahora. Si es usted quien le abre las puertas de su casa a su pareja, haga de su piso un lugar acogedor para que la otra persona se sienta bien.
  • Ante todo, paciencia. Cuando uno está enamorado de alguien, esa otra persona es casi perfecta. Sus pequeños defectos no le molestan, le parecen incluso graciosos. A medida que pasan los días, la convivencia en pareja va haciendo más visibles esas imperfecciones. Intente no perder los nervios cuando la otra persona se deje la tapa del váter abierta o vaya tras usted limpiando lo que usted acaba de limpiar. Valore si es realmente importante el decirle algunas cosas que quizá usted mismo puede hacer, antes de ofender a la otra persona o hacer que se sienta controlada. 
  • Intente evitar caer en la rutina. De vez en cuando busque actividades, con las que disfrutar junto al otro. Puede ir a un restaurante romántico o a pasear por la playa al atardecer, en lugar de pedir una pizza y ver una película en el sofá de casa.
  • Cuando busque piso fíjese en la distribución de los espacios. El poder disponer de un lugar para poder llamar por teléfono con tranquilidad, o leer mientras la otra persona ve la televisión, siempre vendrá muy bien. O también en momentos de discusión, hay personas que necesitan espacio durante unos minutos.
  • La convivencia en pareja no siempre es fácil. A la hora de tomar decisiones las opiniones o gustos pueden ser muy diferentes. Las personas somos seres de costumbres y a veces, mientras uno es nocturno, el otro es diurno, o a uno le gusta despertarse con la radio escuchando las noticias, mientras al otro le gusta irse a dormir con la tele puesta. Para algunas cosas deberá ceder. Con el tiempo, se irán adaptando el uno al otro. No tire la toalla si al principio no se pone de acuerdo con su pareja, estas pequeñas discusiones a veces son la chispa de la relación.
  • Sois un equipo. Debes enfocar la relación de pareja como un equipo, tú debes verlo así y debes hacerle entender a tu pareja que es así. Lo que no puede ser son situaciones como el hombre estar sin trabajo, la mujer trabajar y encima hacer las tareas del hogar. Hay que repartir las tareas e ir aportando en un ámbito o en otro. Recuerda, tú no eres el árbitro, el juez o el capitán, eres un miembro del equipo y debes coordinarte bien con tu pareja, aunque si tu pareja se empeña en ser un tirano deberás hacerle entender el concepto de equipo.
  • Tu pareja no es tu sirviente. Esto debes tenerlo muy claro. Tu hombre no es el esclavo que trabaja de sol a sol para que tú puedas pagarte todos los caprichos y vestidos que quieras. Tú mujer no es la esclava que te hace la comida, te trae la bebida y que te sirve constantemente para tu deleite. Hay que entender en la convivencia en pareja que tu chico o chica no se ha ido a vivir contigo para satisfacer tus necesidades. Hay que ser muy consciente en mantener un nivel equitativo aproximado del 50% en el cual tú contribuyes a la convivencia en pareja y tu pareja lo mismo. Cuando en una pareja hay sirvientes la felicidad y el amor se deterioran.
  • Esperar que tu pareja esté siempre bien contigo puede ser poco realista, porque todas las personas tienen un mal día de vez en cuando y están de mal humor con todo el mundo (y eso te incluye a ti. Igual que puede ser poco realista esperar que todo sea siempre maravilloso, que siempre recuerde todo lo que le dices, que siempre sepa lo que necesitas o que nunca jamás discutáis.
  • Aprende y cambia. Una relación de pareja puede ser una gran oportunidad para aprender muchas cosas acerca de ti, de tu forma de relacionarte, de tus problemas, creencias, valores y metas. Ese aprendizaje no solo te aportará una valiosa información acerca de quién eres, sino que te servirá para conocer mejor en qué aspectos necesitas cambiar o mejorar o qué características necesitas pulir un poco. En ese sentido, las quejas o críticas de tu pareja pueden ser constructivas si estás dispuesto a tenerlas en cuenta. Por supuesto, tu pareja no siempre tendrá razón al quejarse de algo o pretender que cambies algo, pero en otras ocasiones sí tendrá razón o parte de razón, y si eso te empuja a cambiar y ser mejor,la relación puede ser muy enriquecedora.
  • Trabajo.  Muchas parejas trabajan en sitios distintos. Más de ocho horas fuera de casa, cinco días a la semana. Todo un mundo de percepciones, estados de ánimo, tensiones, experiencias, relaciones con terceros... Muchos días ocurre que el semblante de la vuelta a casa es muy diferente del que había al despertarse al calor del hogar. Muchas horas, mucha vida sin compartir. Sólo la comunicación, la sinceridad, la confianza y la capacidad de apoyo no permitirán que la ausencia laboral se convierta en un problema.
  •  Viajes, ausencias, distancia... También el trabajo u otras razones pueden imponer viajes, distancia y ausencias prolongadas de por medio. La pareja se ve privada de poder reafirmar su compromiso diariamente a la vuelta del trabajo. Es un "más difícil todavía". La solución debe pasar por una mayor comunicación (llamadas de teléfono, hablar mucho, apoyarnos en continuos detalles, atenciones...), y sobre todo más sinceridad, confianza y apoyo. La pareja tiene que hacer un esfuerzo por compartir lo que ocurre fuera del hogar: las aspiraciones, las frustraciones, los éxitos, los enfados, etc.
  • Familia. Padres de ella, padres de él, hermanos, cuñados... ¿Mucha actividad familiar? ¿excesiva?. La familia puede ser una fuente de maravillosas y bonitas relaciones, pero también de distorsiones. Los problemas surgen cuando la actividad familiar afecta a la vida de la pareja con intromisiones, injerencias, preocupaciones, problemas, etc. La familia supone una prueba de fuego para la pareja, la cual tendrá que asumir decisiones y responsabilidades.
  • HijosLos hijos contribuyen de forma decisiva a afianzar la vida de pareja con sentimientos y responsabilidades que hacen más sólida una relación. Pero no siempre ocurre así. Especialmente si no hay equidad, corresponsabilidad, convergencia en los puntos de vista, complicidad a la hora de criar, tratar y educar a los hijos.
  • Uno de los problemas más típicos de la falta de confianza con los celos. Pero no es el único. La desconfianza puede provocar actitudes humillantes para la pareja, además contribuye a fomentar una imagen negativa, la falta de autoestima, etc. La desconfianza debilita el apoyo, la comunicación y el compromiso otros dos pilares importantísimos para la larga vida de la pareja.
  • Apoyo. Apoyo sin reservas, esa es la receta. La falta de apoya crea un sentimiento negativo de frustración, de pensar que "el otro" te ha fallado. La actitud solidaria debe ser una de las constantes vitales de la pareja. 
  • Infidelidad.  Una cosa es que se adopten actitudes liberales y permisivas y otra muy distinta es que en la práctica se tolere y se conviva bien con la infidelidad. Si quiere destruir una pareja, sea infiel; o incluso basta con adoptar actitudes equívocas: excesiva amabilidad, confianza o confidencialidad con un tercero... Algunas parejas no reconocen que estas cosas les sientan mal, las acumulan y van generando desconfianza, negatividad, introversión, falta de comunicación... La pareja, en la practica, suele ser exigente y absorbente y no admitirlo puede llevar a la relación por unas vías llenas de turbulencias y de riesgos.
  • Amistades. La pareja debe llevar una política única de amistades. Una fuente de problemas son las amistades de uno, las amistades del otro. El problema podría ser anecdótico, pero no tanto si la pareja va notando como las confidencias entre los amigos de uno y otro superan la comunicación de la pareja; algo que es aconsejable que no ocurra nunca.
  • Manías, gustosaficiones diferentes.  ¿qué pasa cuando uno quiere las vacaciones en una playa masiva y otro una casita rural? O si uno quiere jugar al golf y el otro montar a caballo; habrá que contar con otros activos (buen sexo, comprensión, empatía, flexibilidad -hoy tú, mañana yo- etc. etc.
  • El sentimiento de proximidad, de solidaridad, de apoyo, es muy importante en la pareja, y debe hacerse todo lo que sirva para fomentarlo. Hacer la cena juntos, meter juntos los platos en el lavavajillas, encender la chimenea, repasar lo que ha sido el día antes de ir a la cama, compartir las obligaciones del día siguiente... todas esas cosas son muy saludables para la pareja.
  • Piensa en positivo. Pensar en negativo es un estado mental que es demoledor para una persona. Se empieza criticando a una vecina y tras esto se sigue con amigos, familiares, etc. Al final la negatividad llega a la pareja y a nosotros mismos. La falta de autoestima es un peligro para la relación de la pareja. La inseguridad se traducirá en desconfianza, falta de apoyo, etc.
  • Capacidad para perdonar. Cuánto más amas a una persona, más capaz eres de perdonarla. Así de sencillo. La falta de capacidad para perdonar es un mal síntoma: indica que el amor no goza de buena salud. Todos comentemos errores; compréndelos y perdónalos de antemano. Piensa en positivo lo que aporta tu pareja. Practica la empatía, tu perdón es un regalo de amor.
  • Respeto. No son solamente las palabras o acciones fuera de lugar, sino también no permitir que nuestra pareja sea quien es y ocupe el lugar que desea en la vida. Cercenar espacios o posibilidades no aporta a la unidad de la pareja, por el contrario, provoca resentimientos que se van agrandando con el correr del tiempo. Esto también se aplica al revés, si permitís que te limiten a niveles molestos o decididamente intolerables, esto mata al amor, vivan o no bajo el mismo techo.
  • Discutir cuando los ánimos estén calmados: Cuando las emociones como la ira, la rabia, la frustración son muy fuertes es recomendable tomarse un tiempo para “tranquilizarse”, ya que no se puede decir que sean un buen momento para la comunicación.
  • Escoger un solo tema de discusión: Es muy frecuente en las parejas que se entrelacen diferentes temas entre sí. Se puede empezar a hablar sobre la educación de los hijos, y misteriosamente, acabar enganchados en una discusión sobre lo mucho que gasta el otro (dejando sin resolver el primer tema). 
  • Hablar en primera persona en las discusiones.  El vicio de criticar o de interpretar lo que se dice, está muy arraigado en  nuestra cultura. 
  • Ceder en búsqueda del punto medio: Para que un acuerdo sea efectivo debe satisfacer a ambas partes. Si uno cede más de la cuenta, puede tener la sensación de haber perdido en sus objetivos en algún punto del camino, o sentirse como si estuvieran suspendidos en el aire, no saber quién es o que se quiere. Negociar implica tener en cuenta los intereses de ambas partes y esto sólo es posible partiendo de una actitud generosa. Vivir en pareja requiere querer al otro como a “ti mismo”, ni más ni menos.
  • Salir del aislamiento: Para tener una relación equilibrada es importante tener ratos de tranquilidad, de diversión, de compartir con los amigos, de perder el  tiempo juntos, en definitiva de ocio y disfrute, porque ello contribuirá a que ambos nos sintamos más relajados y más satisfechos con nosotros mismos. Estar en contacto con el exterior ayuda a relajarse.


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