lunes, 3 de marzo de 2014

Pongamos nuestro cerebro a nuestro favor

Tenemos la libertad de nuestros pensamientos; podemos hacer nuestro trabajo canturreando por dentro o machacándonos sin piedad, podemos amar o desechar, querer o aborrecer, sonreír o llorar, gritar o conversar...

PODEMOS SENTIRNOS BIEN CON NOSOTROS MISMOS, A PESAR DE NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS, O PODEMOS DEJARNOS LLEVAR POR ELLAS.

Es preferible confiar en nosotros mismos, no rendirnos. luchar, que entregarnos a la autocompasión a la desesperación o al desconsuelo.

INCLUSO EN LAS CIRCUNSTANCIAS MÁS DURAS QUE NOS PODAMOS IMAGINAR, SIEMPRE NOS PERTENECERÁN NUESTROS PENSAMIENTOS, Y CON ELLOS, NUESTRAS EMOCIONES.

Si yo me siento mal tengo, fundamentalmente, cuatro opciones:
  1. Desesperarme
  2. Intentar soportar esta situación lo mejor posible.
  3. Intentar controlar los pensamientos que me provocan ese estado (REACCIÓN)
  4. "Ir por delante", controlar los pensamientos negativos e irracionales y poner en su lugar pensamientos más racionales y positivos. (ACCIÓN)
Dentro de lo que podríamos llamar Salud Mental, indudablemente la mejor opción es la cuarta. Será más fácil que controle mi ansiedad ante una situación de stress (examen, hablar con alguien nuevo) provocándome frases positivas sobre esa situación que dedicándome a contrarrestar los pensamientos negativos o pesimistas que me vienen a la cabeza.

Si me da mucho corte dirigirme a alguien en concreto será mejor que me diga frases como Adelante, lo vas a a hacer estupendamente, lo conseguirás! en lugar de Alerta, cuidado, debes estar atenta porque seguro que metes la pata, no camines tan rápido, todo el mundo te mira, no vas a conseguir hablar dos palabras seguidas. Estas últimas frasecitas y otras parecidas sólo conseguirán ponerte más nerviosa, menos controlada y provocarán una situación poco exitosa.

No se trata de vanagloriarnos, alabarnos y encumbrarnos en el narcisismo; en absoluto, se trata de protegernos, animarnos y darnos fuerzas.

El sufrimiento inútil no nos enseña nada, más bien nos debilita. Cuando dejamos que nuestra mente divague y se desparrame en pensamientos absurdos y  negativos lo único que hacemos es disponernos a machacarnos, a inmolarnos absurdamente.

Es importante ser PROACTIVO en lugar de REACTIVO, es decir aprender a adelantarse a las situaciones a través de pensamientos adecuados que nos impidan perder tiempo y energía.


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Fuente: La Inutilidad del Sufrimiento. Claves para Aprender a Vivir de Manera Positiva. María Jesús Álava Reyes.

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