martes, 4 de marzo de 2014

Las causas de nuestro comportamiento

El ser humano va grabando en su cerebro, que actúa como una especie de disco duro, todo lo que va viviendo: acontecimientos, sentimientos que le han generado, las emociones que ha sentido.

Cuando los acontecimientos tienden a repetirse, la persona empieza a actuar de forma mecánica, su cerebro "busca" hechos parecidos en el pasado y, cuando los encuentra, desencadena de inmediato las emociones que sintió en aquellos momentos y tiende a repetir las conductas de entonces.

No estamos hablando de determinismo ni de la falta de libertad de las personas; no nos confundamos, estamos hablando del comportamiento humano. En ningún momento negamos la capacidad de elegir libremente, pero no podemos obviar como esa "elección", la mayoría de las veces, no se ha producido, simplemente se ha "reproducido" una conducta ya vivida, que estaba unida a un hecho y a una emoción que ocurrieron en el pasado, y que quedaron registrados en nuestro cerebro.

Es decir, nuestro cerebro "rastrea" en nuestro pasado buscando situaciones similares, y tiende a provocarnos la emoción que entonces sentimos. Ese mecanismo hace que, sin darnos cuenta, tendamos a actuar de la misma forma que hicimos antaño y, en consecuencia, volvamos a sentir emociones parecidas. Nuestro cerebro, además, tiende a repetir con fuerte intensidad las últimas emociones, no las primeras.

Imaginémonos a una persona conduciendo sin problemas durante diez años, y de repente tiene un accidente importante; la siguiente vez que coja su coche no estará relajada, sino que revivirá las últimas sensaciones que antes, durante, o después del accidente. No pensará en los diez años de conducción sin problemas. Lo más reciente que hemos vivido es lo que más grabado está en nuestra mente.

¿Qué hacer ante este condicionamiento del pasado? Tendríamos que bucear en nuestro interior, detectar los pensamientos automáticos destructivos que nos repetimos de forma continua, y que parecen dirigir nuestra existencia.

NO TIENE SENTIDO QUE NOS SINTAMOS MAL "AUTOMÁTICAMENTE" POR EL SIMPLE HECHO DE QUE UNA ESCENA SE PAREZCA A OTRA ANTERIOR QUE HEMOS VIVIDO Y QUE NUESTRO CEREBRO, EN SU MOMENTO, LA RECOGIÓ Y LA GRABÓ COMO ESCENA NEGATIVA, PERO LO CIERTO ES QUE ASÍ FUNCIONAMOS HABITUALMENTE.

Es importante que recuperemos el control "voluntario" de nuestros pensamientos en esos momentos negativos, porque eso nos conducirá al control de nuestras conductas y, lo que es más importante, al control de nuestras emociones.

TENER UN PASADO COMPLICADO NO TIENE POR QUÉ SER IGUAL A TENER UN PRESENTE SIN FUTURO.

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Fuente: La Inutilidad del Sufrimiento. Claves para Aprender a Vivir de Manera Positiva. María Jesús Álava Reyes.

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