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lunes, 10 de febrero de 2014

El agradecimiento como elogio

Expresar gratitud cuando alguien te ha hecho un favor, por pequeño que éste sea, es una de las mejores fórmulas para mejorar una relación, tanto para el que expresa como para el que la recibe. Probablemente a ti te guste que te agradezcan un regalo o te reconozcan lo que has hecho por alguien, pues a los demás, obviamente, también. Pero hay personas reticentes a dar las gracias.

¿Por qué hay personas que no dan las gracias?

Algunos no han recibido el oportuno aprendizaje en la infancia y otros no lo han interiorizado.

De adultos, la persona obsequiada imagina que si se lo cumplimenta es por algún interés oculto. Este prejuicio es, por lo general, heredado de los padres cuando, delante de sus hijos hacen comentarios sobre "El mundo egoísta e hipócrita en el que vivimos, donde cada uno va a lo suyo y trata de aprovecharse de los demás".

La timidez, la vergüenza, o el creer que no somos merecedores de un detalle pueden, asimismo, impedir ejercitar el agradecimiento, es decir, la falta de confianza en uno mismo, o tener una baja autoestima.

Por último, algunos tampoco saben dar las gracias porque, desde su orgullosa perspectiva, están persuadidos de que cuando los demás hacen algo por ellos es porque era su deber (se lo debían).


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Primera entrada sobre este tema: Introducción a Hablar Sin Ofender

Fuente: No se lo digas a nadie ... así. Mejora tus relaciones a través de la inteligencia emocional. Francisco Galván

lunes, 30 de septiembre de 2013

Cómo vencer la timidez




Autor : Jonathan Cheek, 1990

Introducción

  • Las personas tímidas no son antisociales. Desean hacer amistades, pero una barrera de angustia les impide que se muestren tan amistosos como desean ser.
  • La gente tímida tiende a subestimarse y se aflige ante la idea de no ser apta para la vida social.
  • Las personas tímidas son sus peores críticos y se exigen altos niveles de desarrollo personal.
  • La gente tímida suele ser solitaria. Tienen pocos amigos de confianza y salen a pasear con menos frecuencia que las personas que no son tímidas.
  • La gente tímida gana menos dinero y tiene más dificultades para adelantar en su carrera.

La posibilidad de elección: tu libertad fundamental


  • De lo que aquí se trata es de tu capacidad de elegir la felicidad, o por lo menos no elegir la infelicidad en cualquier momento dado de tu vida.
  • Eres tú el responsable de lo que sientes. Sientes lo que piensas: puedes aprender a pensar diferente sobre cualquier cosa, si decides hacerlo.
  • Rechazar la felicidad es creer que un tercero está a cargo de ti: eres libre de elegir un comportamiento autorrealizante en vez de un comportamiento autoderrotante.
  • De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean estimulantes y agradables.
  • Vales demasiado para que te dejes perturbar por otra persona, especialmente si esa persona tiene tan poca importancia en tu vida.
  • Tienes que ver cuáles son la gente y las cosas que te crean conflicto: piensa en qué estrategias puedes usar para cambiar el momento, márchate o haz cualquier cosa, PERO NO DEJES QUE LA SITUACIÓN TE PERTURBE

¿Qué es el cociente de timidez?

Existen diferentes grados de timidez. Hay personas que se siente siempre tímidas- hasta con la familia- y otras que solo experimentan timidez en ciertas situaciones, como estar con extraños, situaciones sociales nuevas, las autoridades o los miembros del sexo opuesto. Cuatro de cada diez de nosotros admite cierto grado de timidez. La mayoría de personas tímidas consideran los pensamientos angustiosos y las preocupaciones como el síntoma principal de su timidez.

Si bien es difícil encontrar un adolescente que no haya sido tímido en algunas circunstancias, la mayoría de los adolescentes que fueron tímidos durante su infancia, superan la timidez del adolescente. Aproximadamente la mitad de las personas tímidas lo han sido toda la vida y la otra mitad ha empezado a ser tímida en la adolescencia.

Los extravertidos sacan ventajas y dominan la conversación, impresionan bien al sexo opuesto, se hacen notar, y logran ascensos en el trabajo.

Haz una lista de las situaciones que te provocan timidez y cuál es tu reacción (latidos más fuertes, pensamientos angustiosos, etc)


Para superar la timidez, hay que:
  • Fijarse un objetivo preciso (ejemplo: “hoy le preguntaré algo al chico que me gusta”)
  • Si el objetivo es muy difícil, divídelo en pequeños pasos.

¿Se autoestima poco?


Venderse barato es uno de los síntomas de la autosubestimación. Rechazarse, pensar que los otros van a rechazarle, juzgarse duramente, evitar riesgos (y la posibilidad de fracasar) y ser prefecccionista son otras formas en que se manifiesta la autosubestimación.

Las personas que se subestiman reaccionan reaccionan a las situaciones con pensamientos y sentimientos negativos. Los que están alrededor de alguien así, saben que no se precia suficientemente y por eso, a su vez, suelen no dispensarle el respeto y la consideración que merece. Esto fortalece la idea de que vale poco y el ciclo continúa.

La alta autoestima

Está seguro, en lo más profundo de su interioridad, de que es una persona que vale. La alta autoestima crea un ciclo positivo: cuando se siente bien consigo mismo, los demás sienten la forma como usted se trata y trata a los demás: la gente responde de manera favorable y esa reacción fortalece los sentimientos positivos respecto de usted.

Las fuentes de la autoestima

Cuando nos va bien en la escuela nos sentimos bien con nosotros mismos y con nuestra capacidad. Nos sentimos competentes y capaces. Cuando no aprobamos el curso nos sentimos incapaces o estúpidos y dejamos de intentarlo. También marca una diferencia la clase de refuerzo que ser recibe en la escuela. Un padre o un maestro que nos estimula para que mejoremos y recompensa nuestros esfuerzos, ayuda al niño a recorrer el camino hacia la autoestima. Las exigencias de perfección sólo sirven para corroer nuestra sensación del propio valor.

La inseguridad de la adolescencia puede producir los primeros sentimientos de timidez o aumentar los que ya tenemos. La escuela secundaria puede resultar muy dura. Ser aceptados por los compañeros lo es TODO, como reconocen las personas tímidas.

Las reacciones que profesores o padres han tenido con nosotros en la adolescencia nos pueden marcar en la etapa adulta. Así, si un profesor nos ha llamado "estúpidos" delante de toda la clase cuando hemos participado, seguramente no participaremos más. Si has tenido unos padres sobreprotectores, te dará miedo a enfrentarte a situaciones nuevas, o si han etiquetado de "tímido" es más fácil que se fortalezca la conducta tímida. La timidez también surge de las bromas y el ridículo. Las preocupaciones por el aspecto físico y la idea del rechazo o la humillación también se mencionaron son con frecuencia factores inductores de la timidez.



Los acontecimientos significativos para su timidez

¿Se produjeron acontecimientos en su vida que contribuyeron a su timidez? Trate de recordar los acontecimientos producidos en su infancia o al entrar en la adolescencia que pudieron haber fortalecido sus sentimientos de timidez y anótelos.

¿Lo alentaban para que fuera sociable? ¿Cómo se fortalecieron sus sentimientos de timidez? ¿Fue hijo único, el mayor, el del medio, el menor? ¿ Tuvo un hermano que gozaba de toda la atención?

La investigación demuestra que muchas personas tímidas tienen la irracional creencia de que la influencia del pasado no puede superarse. Pero no hay que dejar que el pasado siga dominando su presente. El proceso más beneficioso es reconocer las fuentes de la timidez, perdonar a quienes no le ayudaron y hacerse cargo de su vida como no podía hacerlo cuando era niño.

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La estima por el cuerpo

Es tentadora la idea de que la gente atractiva goza de ventajas. ¿No se sienten siempre seguros, autoconfiados, sociales? No. Si no se siente bien con su yo interior no tiene importancia que sea o no una belleza. Hasta las personas más bellas sufren de timidez.

Muchas personas tímidas creen que no son atractivas y sin embargo lo son. También se juzgan menos inteligentes que como se juzgan otras personas más sociales, aunque el CI sea el mismo.

La timidez no va a desaparecer arreglándose la nariz o cualquier otra cosa. Incluso las personas que nosotros consideramos con cuerpos perfectos, se quejarán de su físico si les preguntamos. Los cambios en el aspecto exterior pueden ayudar, pero no resolverán sus dudas internas.

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La psicología de la timidez

Es típico de la persona tímida dar el mérito del éxito a otra persona y culparse a ella misma del fracaso. Por el contrario, las personas más seguras se sienten responsables de sus éxitos y culpan a los demás, o las circunstancias, de sus fracasos.
Los estudios han demostrado que las personas tímidas mantienen sus autoconceptos negativos a pesar de las evidencias en contra (por ejemplo, que sus amigos les valoren favorablemente).

Además, los tímidos tienen una memoria excelente para recordar todos sus errores y los episodios que les hayan producido más vergüenza.

El miedo al rechazo tiene igualmente un papel dañino en la perspectiva de la gente tímida. Cada vez que existe el riesgo de rechazo, los tímidos se protegen retrayéndose de la actividad social, reservándose sus pensamientos y fingiendo estar de acuerdo con los demás para no polemizar no provocar el rechazo.

Que nos rechazen no significa que no valemos nada, pero para los tímidos el rechazo es la prueba de su falta de valores personales. No puede esperar agradar a TODOS. Usted será rechazado por algunos, y en cuanto haga más vida social, usted mismo rechazará a veces la amistad que le ofrece otra persona. ¿Qué he hecho mal? ¿He hecho algo inoportuno? No suponga automáticamente que usted es la causa del malhumor de alguien, ya sea un conocido, un amigo, o su pareja.

De vez en cuando conocerá a alguien que esté de mal humor. Esa persona puede estar mal por cualquier motivo, pero la persona tímida piensa que ella es la causante de su mal humor..

La expectativa de ser aceptados por todos, siempre, no es realista. Hay muy pocas personas en nuestra vida que se acerquen siquiera a aceptarnos o querernos incondicionalmente. Esas son relaciones muy especiales que uno atesora por su rareza.

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domingo, 29 de septiembre de 2013

Cambie de actitud: piense como un ganador!


La autoimagen negativa se fortalece porque usted se concentra en sus aspectos negativos negándose la responsabilidad por los éxitos, y por un profundo miedo al rechazo.
Ha llegado el momento de dejar de pensar como un perdedor y reprogramarse para pensar como un ganador. Los optimistas controlan el estrés mejor que los pesimistas, y reaccionan ante los fracasos elaborando un plan de acción, pidiendo ayuda y consejos. Los optimistas enfocan la vida con una actitud que dice "puedo".
Los pesimistas suponen que no pueden hacer nada para mejorar las cosas. El optimista ve las dificultades como cosas que pueden remediarse si se enfocan correctamente.

Las personas tímidas son pesimistas. Suponen que ocurrirá lo peor, ven sólo las dificultades y dicen que no podrán superarlas. Las personas sociables son optimistas. Tienen en cuenta los resultados positivos, buscan la ayuda de otras personas, y cuando las cosas no funcionan, ven las dificultades como un retraso temporal del éxito.

Pensamiento pesimista
Pensamiento optimista
Mi primer día en el trabajo...
¡Mi primer día en el trabajo!
Pareceré un idiota porque no sé nada y es probable que la gente no simpatice conmigo.
Será espléndido: aprenderé cosas nuevas y conoceré a gente.
¿Qué pasa? ¡No sé qué son esos números! Sabía que fracasaría.
¿Qué pasa? No sé qué son esos números. Pediré a Bob que me ayude.
Otra vez estoy haciendo compras sola. Seguro que todos se preguntan por qué estoy sola.
Me encanta hacer las compras sola. Las hago a mi ritmo y voy a las tiendas que quiero.
¿Y si el doctor Samuels me pregunta si sigo fumando? Los médicos me ponen nervioso. Estaré balbuceando excusas.
El doctor Samuels va a retarme porque fumo. ¡Será mejor que vaya preparado!

¿Por qué ella se interesó tanto por mis hobbies? No soy interesante. ¿Qué le diré?
¡Está interesada en mí! Ha hablado de galerías de arte, así que le contaré que he seguido un curso de arte moderno.

Es importante controlar los pensamientos. Piense en los últimos días y vea si puede recordar algunos de los pensamientos negativos que ha tenido durante sus encuentros con la gente. Piense cómo podría convertirlos en manifestaciones optimistas.

Mis recientes ideas pesimistas
Mis recientes ideas optimistas
Cris no me ha enviado el mensaje de la kdd para la Fira de la Terra porque no quería que fuese. Se ha olvidado de mí, y de Ikebana no.
Cris se ha olvidado poner un tick en mi nombre para reeenviarme el mensaje. Seguro que no se ha dado cuenta. La llamo y le pregunto. Total, nos llevamos bien y no hay motivo para pensar quie me ha excluido expresamente.


Cada vez que se descubra pensando como pesimista, de inmediato vuelva a formular la idea de forma optimista. Acostúmbrese a atrapar sus pensamientos negativos y a darlos la vuelta antes de caer en el pozo del pesimismo y la baja autoestima.

Cómo cultivar la autoaceptación



Aumentar la autoestima lleva tiempo, y nadie aprende a gustarse de la noche a la mañana. Los pensamientos negativos de la mayoría de las personas funcionan como propulsados por una fuerza centrífuga constante, así que invertir el sentido de los pensamientos requiere la práctica diaria con dedicación hasta que se convierte en un hábito y éste llega a ser algo totalmente natural.

Debe decirse: "De mi depende que hoy tenga un día mejor y que esta semana sea mejor que la anterior". Con la práctica puede llegar a sentirse bien con usted, con lo que es. Para comenzar, pruebe este ejercicio. Termine esta frase de tantas formas como pueda:

"Soy una persona a la que le gusta_________________"

Soy una persona a la que le gusta...
  • aprender cosas y hablar de ellas con otros.
  • Hacer excursiones con amigos/as.
  • Ir al cine, mejor con alguien.
  • Patinar, mejor con gente
  • Socializar.
  • Viajar
  • Cocinar platos nuevos.
Otro ejercicio que puede hacer para mejorar su actitud emocional hacia usted mismo es mirarse al espejo todas las mañanas y decir "Buenos días. Me gustas. Eres mi mejor amigo" Suena tonto, pero funciona!

Otro ejercicio que puede hacer es confeccionar una lista de sus cualidades. Ponga descripciones positivas que haya hecho algún amigo y que a usted le haya costado aceptar.

La trampa de centrarse en uno mismo



Todo el mundo quiere causar buena impresión, pero cuando TODA su atención está concentrada en la forma como usted está actuando y en imaginar lo que piensan de usted, se vuelve contraproducente.

Las personas tímidas, cuando conversan, se preocupan por sus aptitudes sociales y su manera de conversar en lugar de concentrarse en la otra persona. Si encima tenemos pensamientos negativos sobre nosotros mismos, empeoramos las cosas.


Mantener una conversación vivaz y sentirse cómodo socialmente son situaciones que no se producirán si usted está evaluándose constantemente. Las personas tímidas deben pasar menos tiempo prestándose atención a ellas mismas y más tiempo prestando atención a los demás.

Cuando las personas sociables tiene éxito en las experiencias interpersonales, dan el crédito del éxito a los rasgos de su personalidad y a su capacidad. Cuando tienen algún fracaso, culpan a alguna causa externa.

Cuando usted se siente responsable de sus fracasos sociales y cree que la culpa reside en usted, está perpetuando el sentimiento de que siempre será un fracasado social. Pero está en un error. Está privándose de la retroalimentación positiva y echándose la culpa sin necesidad.

La emoción actúa como un filtro selectivo en nuestro modo de percibir la gente y las situaciones. Cuando estamos de buen humor es más fácil recordar los buenos momentos, y a la inversa, cuando estamos apesadumbrados con mayor facilidad los momentos tristes. Pero cuando el filtro de la timidez está colocado, sólo notamos los silencios en una conversación, el dibujo de mosaicos en el suelo y los molestos momentos de soledad entre las conversaciones.

¿Dónde fallan los tímidos?

Comparados con las personas socialmente seguros, los tímidos...
  • inician menos conversaciones, esperando pasivamente poder responder a los demás;
  • hablan menos, sonríen menos y hacen menos contacto visual;
  • muestran menos expresiones faciales;
  • dan respuestas cortas (sí, claro, ajá) para mantener a la otra persona hablando en lugar de hablar;
  • dan poca información personal de sí mismos;
  • evitan discusiones;
  • tratan de no expresar opiniones personales decididas
  • expresan acuerdo con la mayoría del grupo;
  • están alejados del que habla

sábado, 28 de septiembre de 2013

Aprendiendo las aptitudes sociales

La peor parte de entrar en una situación social es el temor de no saber qué hacer ni qué decir. Puede emplear con seguridad ciertas estrategias para afrontar la situación y controlar la angustia. Sin embargo, no puede mejorar las aptitudes sociales sentado en casa y pensando en ellas. Tiene que sumergirse de lleno en las situaciones reales que le hacen sentirse incómodo para poder practicar las nuevas técnicas de sociabilidad y encontrar la que realmente sirve.

Observación e imitación

Cada vez que se sienta incómodo en una situación, practique la descentralización. Su objetivo es observar el comportamiento de otras personas. ¿Qué están haciendo y diciendo? Haga una lista de las habilidades sociales que ha observado. ¿Quiénes le han agradado? ¿Quiénes no responden a sus gustos? ¿Qué conductas han sido efectivas? ¿Cuáles no?


ME GUSTAN
ME ABURREN
JAVIER ÁNGEL, ANGELINA, JUAN CARLOS,MARIELA
Siempre tienen algo qué decir.
Son bromistas
Son alegres




No use la imitación para convertirse en el doble de otra persona. Lo que usted busca con la imitación son técnicas adaptables que provoquen las mejores reacciones, en cualquier situación social.

La imaginación positiva

Después de haber observado y registrado una media docena de técnicas sociales puede empezar a usar la visualización positiva, a practicar mentalmente los comportamientos que le gustaría tener.

El mundo real

Antes de entrar en la primera situación real de timidez, tómese unos minutos para visualizarse saliendo airoso. Si se manifiestan los síntomas físicos de la angustia, acuérdese de usar técnicas de relajamiento. Y salga a escena. Ha pasado por la situación centenares de veces en la imaginación. Seguro que sabe lo que tiene que hacer.

Si empieza a perder el valor, no caiga en lo negativo, háblese positivamente hasta tranquilizarse. Y recomience enseguida antes de que le venza la angustia.

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El arte de la conversación



Los tímidos suelen hacer suposiciones sobre la conversación que les sirve para permanecer callados:
  • Las personas conversadoras nacen así, no se hacen.
  • Aprender las técnicas referentes a saber conversar significa aprender a manejar a los demás.
  • La mayoría habla demasiado y la charla significa una pérdida de tiempo.
  • Sé escuchar, y después de todo, alguien tiene que escuchar ya que todos hablan.

La conversación trivial tiene un propósito útil. Usted puede descubrir si alguien comparte sus intereses y encontrará temas más interesantes para conversaciones más largas. Piense en la charla trivial como en un aperitivo de la conversación principal.

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La revelación de uno mismo


Todos hemos vivido la experiencia de estar de pie, solos, en medio de un salón lleno de extraños que charlan alegremente, preguntándonos sobre qué diablos están hablando con tanto entusiasmo. Es muy simple. Están hablando de ellos mismos. Una gran parte de la conversación, entre extraños, consiste en la autorevelación.

Al principio la autorevelación puede parecer un poco resbaladiza. Debe prestar atención al contenido de lo que le dice el otro. ¿Cuánto está revelando esa persona de sí misma? ¿Cuánto conoce? ¿Cuál es la relación entre ustedes? ¿Está bien que usted releve tanto? No hay nada tan desconcertante como alguien a quien apenas conoce acercándose y lanzando un largo monólogo sobre su infancia desgraciada o su matrimonio al borde de la ruptura.

En la mayoría de casos, la revelación debería ser un proceso lento y hay formas de usar la revelación de sí mismo para presentarse gradualmente ante los demás durante una conversación.
  • Ofrezca algo más que hechos. Cuando hable de un libro, etc permita que los que le escuchan conozcan su opinión; déjeles ver un poco de usted detrás de lo que cuenta.
  • Descríbase en una situación. Si alguien le pregunta cómo le fue en un viaje, no le cuente sólo lo que vio. Descríbase en la situación. "Ahí estaba yo tratando de encontrar el camino al baño en la oscuridad cuando tropecé con ese animal peludo..."
  • Presente una imagen equilibrada de su persona. Nadie es perfecto y a la gente no le gusta conversar con alguien que sólo habla de sus buenas cualidades y experiencias. Nos preguntamos si es vanidosa. Admitir los pequeños defectos nos hace parecer más humanos y reales.
Recuerde cuando habla de sí mismo que debe tener en cuenta con quién está hablando. ¿Conoce bien esa persona? También considere el lugar en el que están ¿Es adecuado o no tener una conversación muy personal en esas circunstancias? ¿Cuánto revela la otra persona?

Si no está acostumbrado a revelar mucho de sí mismo, puede llevarle tiempo lograr el equilibrio. Si exagera la autorevelación puede hacer que la gente se sienta incómoda por saber demasiado de usted en muy poco tiempo. Si rehúsa abrirse a los demás, parecerá frio y nada amistoso. No va a poder formar amistades con rapidez si no permite que las otras personas sepan qué cosas le interesan y le motivan.

Una forma de calibrar cuánto revelar de sí mismo es pensar cuánto le gustaría saber del otro.

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Conversación básica, romper el hielo


No va a creerlo, pero no tiene que decir nada ingenioso para iniciar una conversación con un extraño. Todo lo que tiene que hacer es romper el hielo. Veamos diferentes maneras de acercarse con quien le gustaría conversar:
  • Preséntese. Vaya hacia esa persona y preséntese. Puede que sea una persona que ve cada día en el tren y con la que tiene ganas de hablar.
  • Formule una pregunta. Siempre podrá inciar la conversación si pregunta algo, por ejemplo, ¿siempre hay cola para entrar en este restaurante al mediodía? O "Soy nuevo en la ciudad, ¿qué es divertido aquí? Deje que salga a la luz su curiosidad natural y descubrirá que los demás están encantados de responder a sus preguntas.
  • Haga un elogio. Nunca elogie algo si no lo siente realmente. Los demás se darán cuenta enseguida. Hacer una pregunta a continuación del elogio le da la oportunidad a la otra persona de mantener la conversación después de haber dicho gracias. "Qué bonitos son sus zapatos! Estoy buscando un par con tacones bajos como los suyos. ¿Dónde los ha comprado?
  • Un arma segura: La sonrisa!
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Cómo mantener una conversación



La manera mantener una conversación es reaccionar con énfasis. Veamos unos datos:
  • Haga preguntas que susciten respuestas largas. Use "por qué" y "cómo" en sus preguntas para atraer a los participantes a la conversación y encontrará que sus respuestas le darán información que podrá usar para continuar la charla.
  • Hable sobre la situación en que se encuentran. Puede usar el ambiente como tema. "Hay tanto ruido en este bar que no puedo oír lo que pienso" o "En días de lluvia como éste, siempre quiero acomodarme en un sillón con un buen libro en lugar de ir a trabajar"
  • Use preguntas y respuestas. Cuando alguien le haga una pregunta a la que podría responder que un sí o un no, trate de dar una respuesta amplia. A continuación devuelva la pelota de la conversación haciendo una pregunta. "Sí, me gustan los museos, los teatros y las calles de esta ciudad. Siempre hay algo que hacer. ¿Hace mucho que vive aquí?
  • Use la información que le dan para mantener la conversación. Por ejemplo, si alguien dice: "Acabo de empezar a leer ese libro de Clancy... Normalmente leo novelas policíacas", usted podría exclamar que las novelas de misterio son su pasión e intercambiar opiniones.

Haciendo cumplidos

Un simple "gracias" es lo menos que puede decirse en respuesta de un elogio. Si uno responde con vergüenza, podría hacer que el que le ha hecho el elogio se sienta torpe por haberlo molestado. Si usted dice "gracias" y agrega algo que disminuya el valor de lo elogiado ("es un vestido viejo") hace quedar mal a quien le ha ofrecido el cumplido.

Cuando la conversación falla

Si la conversación fracasa, no significa que usted no es agradable. Puede haber fracasado por muchos motivos. Puede ocurrir que la otra persona no sienta deseos de hablar en ese momento o esté preocupada y... hasta puede que sea tímida! Cuando encuentra a una persona que no responde a la iniciación de la charla, no lo tome como algo personal: deje esa persona, acérquese a otra y empiece de nuevo.

El equilibrio de la conversación

Hablar y escuchar solamente no hacen una conversación interesante. Debe existir un equilibrio entre el que habla y el que escucha y deben alternarse los papeles. Si alguien habla sin parar, nos molesta no poder introducir ningún comentario. Si alguien permanece en silencio, sentimos que ya hemos todo lo posible para mantener la conversación.

Finalizar una conversación

Termine la conversación explicándole a la otra persona con quien habla que debe irse porque tiene otro compromiso. Si le ha gustado hablar con esa persona, dígaselo. Y si quiere volver a ver a esa persona, dígaselo también. Si han hablado de algo que les interesa a los dos, sugiera un encuentro y ver si la sugerencia es bien recibida

Escritura de guiones

Actores y actrices tímidos han reconocido superar su timidez al actuar, ya que tenían la coartada de que era un papel que interpretaban. Usted también puede usar la misma coartada para superar la timidez. Interprete el papel de una persona que no es tímida. Puede incluso escribir un guión de una situación que normalmente le produce timidez y actuar como si usted no fuera tímido.

El lenguaje corporal



Los gestos, el contacto visual, el tacto y la distancia con el interlocutor son conductas que pueden usarse para enviar mensajes, por ejemplo para comunicar que pueden acercarse a uno.

El contacto visual

Cuando empezamos a hablar, la mirada suele vagar después de haber dicho las primeras palabras. Si hace un rato que estamos hablando, controlamos con la mirada cómo reacciona la otra persona a lo que estamos diciendo. Mientras tanto, el que escucha mantiene bastante constante el sentido de la mirada. Cuando sabemos que estamos terminando de hablar, miramos directamente al que escucha. Esa es la clave para que el interlocutor sepa que está llegando su turno.

Los tímidos tienden a evitar mirar a sus compañeros de conversación porque se ponen nerviosos. Eso suele interpretarse como aburrimiento o indiferencia. Tampoco se trata de mirar directa y continuamente al otro porque podría interpretarlo como un signo de agresión o de hostilidad.

La orientación del cuerpo

No es necesario que dos personas estén nariz con nariz ni es necesario estar totalmente frente a frente. Observe las posiciones relativas de otras personas cuando están hablando y preste atención a la orientación de su cuerpo. Un viejo truco consiste en inclinarse un poquito hacia la persona que está hablando para expresarle su interés por lo que está diciendo.

Los gestos nerviosos

Las personas tímidas tienden a juguetear con los dedos o a tocarse nerviosamente el pelo. El tamborileo con los dedos hace que la otra persona se sienta también nerviosa. Si no tienes otra solución, métete las manos en los bolsillos o entrelaza los dedos. Controle el lenguaje corporal tanto como pueda sin dejar que se convierta en el centro de su atención.

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Expresar su opinión

Las personas tímidas a veces tienen dificultades para expresar sus opiniones, sobre todo cuando están en contra de la mayoría. No estar de acuerdo con la mayoría nos hace destacar entre la multitud. Pero si su opinión está bien fundada, es mejor que contribuya con ella y que no parezca que está de acuerdo con los demás porque no dice nada. Cuando usted esconde sus verdaderos sentimientos, está dificultando a los demás la tarea de conocerlo. Apoye su punto de vista con hechos, no con acusaciones personales, y los demás no se sentirán molestos.

Para algunos de nosotros es difícil, pero decir "no" es parte de la vida. Si usted no aprende a decirlo, terminará por hacer lo que no quiere o sacrificando sus gustos por complacer a todos.

Cuando se encuentra con alguien insistente, que trata de que usted diga "sí" por cansancio, no tiene más que una salida. Repita que no puede como un disco rayado, hasta que finalmente el otro se convenza. Si no puede negarse de forma directa, dígale que lo pensará, que tiene que ver su agenda, y que contestará más tarde. Entonces ensaye un buen motivo para decir "no" y, por supuesto, cumpla contestándole más tarde.

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