lunes, 10 de febrero de 2014

El agradecimiento como elogio

Expresar gratitud cuando alguien te ha hecho un favor, por pequeño que éste sea, es una de las mejores fórmulas para mejorar una relación, tanto para el que expresa como para el que la recibe. Probablemente a ti te guste que te agradezcan un regalo o te reconozcan lo que has hecho por alguien, pues a los demás, obviamente, también. Pero hay personas reticentes a dar las gracias.

¿Por qué hay personas que no dan las gracias?

Algunos no han recibido el oportuno aprendizaje en la infancia y otros no lo han interiorizado.

De adultos, la persona obsequiada imagina que si se lo cumplimenta es por algún interés oculto. Este prejuicio es, por lo general, heredado de los padres cuando, delante de sus hijos hacen comentarios sobre "El mundo egoísta e hipócrita en el que vivimos, donde cada uno va a lo suyo y trata de aprovecharse de los demás".

La timidez, la vergüenza, o el creer que no somos merecedores de un detalle pueden, asimismo, impedir ejercitar el agradecimiento, es decir, la falta de confianza en uno mismo, o tener una baja autoestima.

Por último, algunos tampoco saben dar las gracias porque, desde su orgullosa perspectiva, están persuadidos de que cuando los demás hacen algo por ellos es porque era su deber (se lo debían).


Inicio Tema: Hablar sin Ofender
Entrada anterior: El elogio en las relaciones de trabajo
Primera entrada sobre este tema: Introducción a Hablar Sin Ofender

Fuente: No se lo digas a nadie ... así. Mejora tus relaciones a través de la inteligencia emocional. Francisco Galván

No hay comentarios:

Publicar un comentario