Cuando nosotros somos los criticados también debemos, ante todo, tratar de controlar nuestras emociones. Si nos llenamos de resentimiento por una crítica, ocurre algo muy importante y que hay que evitar: cedes el control de tu vida emocional a los demás.
El resentimiento puede destruirte. Enferma a quien lo siente hasta matarlo de forma prematura. Un proverbio chino previene: Si tú quieres vengarte, mejor que excaves dos sepulturas.
Las reglas para estar abierto a las críticas y aceptarlas, si son constructivas, son:
1- No interrumpas a quien te critica
Permítele a la persona terminar su exposición antes de que tú le respondas. Sigue el consejo de Sócrates: Habla, para que yo te conozca.
2- No niegues la posible veracidad de la crítica
Negar la validez de la crítica sin más argumentos que las palabras sólo conduce a una dinámica de ataques y contraataques personales. Cuando el interpelado considera que la crítica que recibe es falsa o injusta, es preferible solicitar al acusador pruebas de lo que afirma.
3- No busques justificaciones a ultranza
No intentes rebuscar las razones de tus comportamientos criticados. Ésta es, precisamente, la forma de disculparlos, de no aprender de una crítica justa. El uso de excusas (No tuve tiempo, Nadie me dijo nada, No me llamaron) no permiten que progresemos como personas. El error es una oportunidad que nos da la vida para mejorar si lo convertimos en un aprendizaje. Malo es equivocarse, ¡pero peor es no rectificar!
4- Demuestra tu comprensión hacia la crítica
Trata de entender lo que la crítica encierra. Tanto si estás de acuerdo o no con ella, haz saber a la persona que te la ha planteado que entiendes la razón por la que tu comportamiento la ha hecho sentir mal. Acepta sus sentimientos si se te exponen con respeto.
5- Limita inmediatamente los efectos de la crítica
No permitas que la crítica afecte tu autoestima, al conjunto de tu personalidad; sólo debe afectar a lo que has hecho.
Si alguien te dirige una crítica puede que ésta tenga alguna validez o quizás el acusador proyecte en ella algún problema, que él mismo arrastra. Para dilucidar esta duda, ante cualquier crítica que recibas, formula estas dos preguntas:
. ¿Me ayudará esta crítica a ser mejor?
. ¿Se me ha planteado con amabilidad?
Si contestas que sí a estas dos preguntas, lo más probable es que la crítica sea constructiva. Si es que no en ambas, el criticador, probablemente, esté proyectando en la acusación sus propios temores.
Quien hace críticas destructivas no busca soluciones. Sólo persigue una intención perversa: debilitar a su oponente para sentirse él mejor o superior. A pesar de todo, como afirmaba Friedrich Hebbel La crítica siempre es útil: cuando no me hace conocer mis defectos, me enseña de mis censores.
En cualquier caso, las críticas sólo nos afectarán en la medida en que nosotros permitamos que nos afecten. Ante un reproche, podemos decidir enojarnos mucho, poco o nada. Depende de nuestro diálogo interno. Si la crítica no está bien formulada o es incierta, lo más positiva es limitar su influencia negativa pensando cosas como: No tengo por qué molestarme ni creerme lo que me ha dicho, ni siquiera merece que le conteste, No sabe lo que dice.
6- Aprovecha la oportunidad
Aprovecha de la crítica la información que pueda serte útil. Las críticas, en general, suelen contener datos importantes que pueden emplearse para el crecimiento personal. Ponernos a la defensiva nos impedirá recibir más datos que pueden servirnos.
7- No imagines más de lo que te han dicho
No leas en la crítica más de lo que el criticador pretenda. No caigas en la sobrevaloración de la crítica.
8- Demora tu respuesta
Si alguien nos critica, la respuesta inmediata es rechazar la acusación, ponernos nerviosos, y reaccionar con ansiedad y a la defensiva.
Pospón una respuesta directa a la crítica hasta asegurarte de si el propósito de ésta es mejorar una situación o dejarte a ti en mal lugar.
9- No apeles a tus sentimientos
No te defiendas de la crítica argumentando los sentimientos negativos que te produce, sino céntrate sólo en el hecho que se critica. Apelar sólo a nuestras emociones para justificar nuestro comportamiento censurable nos impide razonar, lo cual nos predispone a repetir en el futuro el mismo error.
10- Analiza el derecho del criticador
Asegúrate de que la persona que critica sabe lo suficiente sobre lo que desaprueba y si le asiste el derecho moral de hacerla.
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Fuente: No se lo digas a nadie ... así. Mejora tus relaciones a través de la inteligencia emocional. Francisco Galván
Este blog es una colección de artículos, libros y otro material que me ha ayudado a afrontar los problemas cotidianos, ya sean de pareja, familiares o de trabajo.
lunes, 10 de febrero de 2014
10 reglas de oro para recibir críticas sin que nos afecten
Etiquetas:
controlar emociones,
críticas constructivas,
diálogo interno,
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ponerse a la defensiva,
resentimiento
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