El resentimiento es una emoción inútil, ciega y destructiva. Es volver a experimentar un sentimiento doloroso. Pero el resentimiento también tiene una dudosa competencia: asegura el importante papel de víctima inocente.
El resentimiento nos presenta versiones seleccionadas de nuestro pasado, de suerte que no tenemos que reconocer nuestros propios errores. Son siempre las palabras o comportamientos de los demás los que son injustos, humillantes u ofensivos.
La causa del resentimiento en muchas personas es la falta de asertividad. Arrastrar la rabia y el dolor acumulados, por no haber podido o sabido exteriorizarlos en su momento, suele desembocar en una explosión emocional en momentos inoportunos hacia quienes se considera culpables de su situación. O incluso contra personas que nada tienen que ver con el rencor que embarga el resentido.
A veces, nos sentimos humillados u ofendidos porque creemos que el otro ha querido deliberadamente hacernos daño. Si esto no es aclarado en su momento, acumularemos un rencor que nos impulsará más adelante a actuar con rebeldía y exageración.
El resentido tiene una fuerte tendencia a exagerar el supuesto maltrato recibido. Cualquier incidente insignificante lo empleará como un pretexto para explotar.
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Fuente: No se lo digas a nadie ... así. Mejora tus relaciones a través de la inteligencia emocional. Francisco Galván
Este blog es una colección de artículos, libros y otro material que me ha ayudado a afrontar los problemas cotidianos, ya sean de pareja, familiares o de trabajo.
lunes, 10 de febrero de 2014
Resentimiento versus asertividad
Etiquetas:
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