2. Es necesario comprender por qué nos lastimaron y si la conducta fue realmente intencionada o no. Desprendernos del resentimiento es un proceso que lleva tiempo.
3. Si no intentamos eliminar nuestro resentimiento, corremos el riesgo de incomunicarnos con las personas que amamos.
4. Aprender a perdonar. La acción de perdonar es a nosotros a quien más nos beneficia: nos libera, por fin, del dolor y de la rabia acumulados. Se ha perdonado de verdad ¡sólo cuando uno puede volver a reír!
¡El resentimiento acumulado es veneno!
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Fuente: No se lo digas a nadie ... así. Mejora tus relaciones a través de la inteligencia emocional. Francisco Galván
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