La forma de conseguir que se hagan las cosas es estimular la competencia. No hablamos del estímulo monetario, sino de la necesidad de superarse. “Todos lo hombres tienen temores, pero lo valientes los olvidan y van hacia delante, a veces hasta la muerte,pero siempre hacia la victoria” (lema de la Guardia Real de la antigua Grecia). Qué mayor desafío puede ofrecerse que la oportunidad de superar esos temores.
En un estudio en profundidad sobre la actitud ante el trabajo, se descubrió que el factor más motivador para trabajar no era el dinero, las buenas condiciones o los beneficios adicionales, sino el trabajo mismo. Si el trabajo era excitante e interesante, el obrero lo enfrentaba con gusto, y ésa era toda la motivación que necesitaba para hacerlo bien.
Eso es lo que le encanta a toda persona que triunfa: el juego. La oportunidad de expresarse, la oportunidad de demostrar lo que vale, de destacarse, de ganar, el deseo de sobresalir, de ser importante.
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