Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser.
Pensar se ha convertido en una enfermedad. La enfermedad se produce cuando las cosas no están en equilibrio.
Por ejemplo, el proceso de multiplicación y división celular dentro del cuerpo no es nada malo, pero cuando las células proliferan sin tener en cuenta la totalidad del organismo, tenemos una enfermedad. El pensamiento incesante produce esclavitud. Entonces eres esclavo de tu mente. Ella te domina, te utiliza, no tú a ella.
Si no podemos liberarnos de nuestros pensamientos cuando deseamos, si no podemos "apagar" nuestra mente, es que somos esclavos de ella. Entonces es cuando tenemos pensamientos involuntarios en la cabeza que no podemos parar, monólogos o diálogos continuos. Es bastante habitual que su propia voz interna sea el peor enemigo de la persona. Muchos viven con un torturador en su cabeza que les ataca y les castiga, agotando su energía vital.
Según Eckhart Tolle, entre el 80 y el 90 por ciento del pensamiento de la mayoría de la gente es inútil y repetitivo y, teniendo en cuenta su naturaleza disfuncional y a menudo negativa, buena parte de él también es dañino. El parloteo mental produce un serio desgaste de tu energía vital. El pensamiento compulsivo es, en realidad, una adicción.
Pero hay buenas nuevas: puedes liberarte de tu mente, que es la única verdadera liberación.
Este blog es una colección de artículos, libros y otro material que me ha ayudado a afrontar los problemas cotidianos, ya sean de pareja, familiares o de trabajo.
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